A tres semanas de las elecciones PASO la incertidumbre en los resultados domina las mentes de gran parte de los profesionales que nos dedicamos al estudio de mercados electorales.
La crisis psicológica que nos manifestaron los electores en nuestro último monitor nacional publicado la semana pasada, donde dominan las emociones y sentimientos negativos causados por el encuentro de la alicaída economía de los últimos años con la pandemia de Coronavirus, motivaba gran parte del 20% de indecisos a nivel país, que bajaba alrededor de 15% en las provincias del norte patagónico.
En medio de este escenario surge la foto de la fiesta clandestina presidencial que no hace más que acrecentar esas emociones negativas de ese electorado indeciso. Electores que en su gran mayoría votaron por el Frente de Todos en las pasadas elecciones de 2019 y que hasta la semana pasada no tenía decidido aún si lo volvieran a hacer.
El escaso 31% de intención de voto hacia el Frente de Todos, que marcó aquel monitor nacional la semana pasada -y que no está muy lejos de los índices de otras consultoras colegas mucho mas prestigiosas- podría ser el motivo de salida a escena de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que en el último gran acto político que protagonizó junto a su compañero de fórmula, tomó la palabra para retar al presidente y ordenar a la tropa.
Qué el árbol -la macana presidencial- no impida ver el bosque -la continuidad de ese partido en el gobierno mas allá del 2023- fue la esencia del mensaje vicepresidencial.
En Río Negro y en Neuquén esa intención de voto hacia el Frente de Todos ni siquiera alcanzaba el piso nacional, pero a diferencia de aquel escenario electoral, acá la oposición está aún más fragmentada. No está solo Juntos por el Cambio, también están Juntos Somos Río Negro y el Movimiento Popular Neuquino que dividen los votos opositores al gobierno nacional haciendo más competitivo el magro caudal peronista.
En el norte patagónico la ventaja, aunque leve, la tienen los partidos provinciales, seguidos por los representantes de la grieta nacional: Frente de Todos en Río Negro y Juntos por el Cambio en Neuquén.
Si las elecciones fueran este domingo, las dos bancas nacionales en juego en Río Negro las ocuparían Agustín Domingo y Ana Marks. Y en Neuquén las tres bancas nacionales en juego las ocuparían Rolando Figueroa, Pablo Cervi y Tanya Bertoldi.
Pero las elecciones son dentro de tres domingos. Y aún hay un 15 a 16% de electores norpatagónicos que no han decidido su voto.
Pablo Gustavo Díaz consultor en marketing político