Mes Rosa: Mónica Tolosa, una luchadora, encuentra la paz y la felicidad a través del remo





En medio del Mes Rosa, por la prevención del Cáncer de Mamas, un testimonio inspirador emerge, iluminando el espíritu de octubre con una historia de resiliencia y superación. Mónica Tolosa, diagnosticada con cáncer de mamas en 2018, comparte su valiente viaje hacia la recuperación y su transformación como persona.


«Me detectaron cáncer de mamas en 2018. Empecé con dolor en la espalda. Era raro todo. Claro, era raro. Y un cansancio excesivo. Hacía gimnasia y, de repente, me encontré tirada en la cama sin saber qué me pasaba. Cumplí los 50 y pensé que seguro era la menopausia. El autodiagnóstico. Fui al médico y le pedí que me hiciera algunos estudios porque sentía algo extraño. Él me dijo que lo primero sería una mamografía. Y así comenzó mi odisea», relató Mónica.

La mamografía realizada en el hospital dio positivo, y desde ese momento, Mónica se embarcó en una serie de procedimientos médicos. En 2019, se sometió a una mastectomía bilateral, que implicó la extirpación de ambos senos, junto con dos ganglios centinelas. Afortunadamente, su cáncer se encontraba en una etapa temprana, lo que significa que estaba localizado y sus ganglios linfáticos estaban sanos. Esto evitó que necesitara quimioterapia o radioterapia, pero no fue un camino fácil.

Mónica no solo enfrentó la enfermedad, sino que también tuvo que reconstruir su identidad. «Soy otra persona, no la Moni de antes, la del cáncer y la de ahora, distinta. Antes era súper tímida, aunque sigo siendo igual, pero no tanto. La enfermedad me enseñó muchas cosas. Aprendimos, y mi fe fue un pilar fundamental en mi recuperación. Ahora soy una persona mucho más tranquila, que vive el día a día. Disfruto a mi familia, a mis hijos, hago lo que me gusta, como remar y estar con el grupo. Antes solo trabajaba, pero ahora presto más atención a la vida y las personas que me rodean», compartió Mónica.

La práctica del remo se convirtió en una parte esencial de su proceso de curación y transformación. «Ir al grupo de remo Aiun Kawen es algo que amé. Subirme a los kayaks y remar me brinda una paz indescriptible. Es una experiencia única. Luchar con el grupo nos ha mantenido adelante», dijo Mónica. Ella elogió a Emanuel Gatica, quien les enseñó y les dio la oportunidad de participar en esta actividad.

Mónica también expresó su deseo de invitar a más mujeres a unirse al grupo de remo, destacando el apoyo y la contención que recibió de sus compañeros. «Uno espera el día de ir a remar con emoción, es algo increíble. Estoy hablando con personas que ni conozco y les digo lo feliz que estoy. Me siento en paz, estoy bien conmigo. Eso es lo más grandioso que uno puede tener», concluyó Mónica.

La historia de Mónica Tolosa es un recordatorio poderoso de la fuerza de la voluntad humana y la importancia de encontrar la felicidad y la paz en medio de la adversidad. Su testimonio ilustra cómo el apoyo de la comunidad y la conexión con actividades que amamos pueden ser fundamentales en el proceso de recuperación.

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