El caso que aún conmociona a la comunidad de Las Grutas. La Justicia ratificó la prisión preventiva del padre sospechado de agredir a su hijo de 7 meses, mientras que la madre, también imputada, podrá revincularse con el pequeño para garantizar su lactancia.
El juez de garantías Guillermo Bustamante rechazó el pedido de la defensa oficial de un hombre imputado por presuntas agresiones físicas contra su bebé y ratificó la prisión preventiva por un plazo de dos meses. La medida había sido dispuesta el pasado 1 de julio por el juez de San Antonio Oeste, Fabio Corvalán, en el marco de una causa por lesiones graves y leves agravadas por el vínculo.
El defensor oficial, Carlos Dvorzak, había solicitado que se le concediera al imputado la prisión domiciliaria en Buenos Aires, bajo control con tobillera electrónica, argumentando que su defendido atraviesa una crisis psicológica y había sido agredido dentro del penal de Viedma, donde cumple la prisión preventiva.
Sin embargo, Bustamante desestimó el planteo y consideró que el riesgo procesal sigue vigente. La fiscalía sostuvo que el imputado podría influir en el testimonio de una de las hijas menores, quien presuntamente habría presenciado los hechos, y cuya declaración en Cámara Gesell aún está pendiente.
Incongruencias señaladas por la defensa
La defensa cuestionó la actuación del Ministerio Público, señalando una supuesta contradicción: mientras se mantiene la prisión preventiva del padre, se permitió a la madre del niño, imputada por el mismo delito, restablecer el contacto con el bebé para garantizar la lactancia.
“Acusan a una persona y le entregan el bebé a la otra, que está imputada por el mismo hecho. No tiene lógica”, remarcó Dvorzak, quien además afirmó que lo ocurrido fue un accidente y no una agresión deliberada. “Silenciaron a las partes, acusaron sin pruebas suficientes, y luego le devuelven el bebé a la imputada”, insistió.
Detalles del caso
La denuncia se originó a partir de la atención médica que recibió el bebé en el hospital de Las Grutas entre el 7 y el 28 de junio. El informe médico detalló que el niño presentaba una fractura en el húmero izquierdo, hematomas, mordeduras en la mejilla y lesiones en la frente y muñeca.
Según la acusación fiscal, las agresiones habrían ocurrido en el domicilio familiar, donde convivían el bebé, sus padres y dos niñas. La calificación legal atribuida fue la de lesiones graves agravadas por el vínculo y lesiones leves agravadas.
Garantías y medidas complementarias
El juez Bustamante consideró que la medida cautelar es proporcional y necesaria para resguardar el curso de la investigación. En este sentido, instó a las autoridades del penal de Viedma a garantizar la integridad física y psicológica del imputado, y ordenó a la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) proteger al bebé víctima y a sus hermanas.
La causa continúa bajo investigación, a la espera de elementos clave como la declaración en Cámara Gesell. Mientras tanto, el padre permanecerá detenido y la madre seguirá en libertad con posibilidad de mantener contacto con el niño.
