Una nueva noche marcada por el uso de pirotecnia con estruendo volvió a poner en agenda el reclamo de las familias de personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA). A pesar de la normativa municipal vigente y de las restricciones en la venta, se escucharon fuertes explosiones en distintos puntos de la ciudad.
Belén, integrante del grupo Familias TEA de Viedma, expresó su profundo malestar por lo ocurrido y por las reacciones que se multiplicaron en redes sociales. “Es triste sentir que vivimos en una ciudad que no es empática en absoluto”, señaló, y agregó que se trata de “una sociedad falta de valores básicos y a la que realmente le importa poco y nada el otro”.
Belén también hizo referencia a los comentarios que circularon en redes sociales, donde algunas personas repudiaron los reclamos por el exceso de pirotecnia. “Vi comentarios atroces, todos escudados en el anonimato de las redes, donde las personas dejan ver su lado más terrible. Fue muy triste lo de anoche y deja ver que estamos muy lejos de tener una ciudad inclusiva”, afirmó.
Desde Familias TEA aclararon que no buscan lástima, sino respeto. “No pedimos lástima, solo pedimos respeto. La enseñanza básica de que tus derechos terminan donde empiezan los derechos del otro se perdió tristemente”, sostuvo. En ese sentido, remarcó que las personas dentro del espectro autista también tienen derecho a festejar, pero que muchos de esos derechos “son arrebatados día tras día”.
Belén consideró que existe “una elección muy consciente de aferrarse a tradiciones tan arcaicas como dañinas”, y subrayó que no todas las familias tienen la posibilidad de alejarse de la ciudad durante estas celebraciones. “No todos tenemos la oportunidad de escapar y escondernos en chacras alejadas. Esta es nuestra realidad: prepararnos para las tormentas mientras todos se preparan para festejar”, concluyó.
Sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA)
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que acompaña a la persona durante toda su vida y que puede implicar una mayor sensibilidad a estímulos sensoriales, como los ruidos intensos que los afectan como el caso de la proliferación de fuegos artificiales con alto volumen de detonación.
Por esta razón, en distintos ámbitos ya se aplican medidas de inclusión, como las “Horas Silenciosas” en supermercados, con reducción de luces, música y megafonía, además de adaptaciones visuales y capacitación del personal. Estas acciones buscan garantizar el acceso y la convivencia, y evidencian la necesidad de mayor empatía y respeto en el espacio público. (fuente NoticiasNet)
