Así se manifestaron en la sección de opiniones de nuestro portal digital “La industria de la pirotecnia genera más de 6000 empleos permanentes, y alrededor de 50.000 en forma indirecta y excede en mucho los productos de fuegos artificiales”.
“La prohibición NO reduce los accidentes, sólo fomenta la venta y uso de pirotecnia clandestina, fabricada con componentes químicos inestables, que aumentan exponencialmente el riesgo de la población en lugar de disminuirlo”.
“Sin productos seguros y legales disponibles en el mercado, los daños serán mayores de los que se pretende erradicar”.
“Con respecto a las molestias auditivas, éstas son relativas ya que las podemos comparar con sonidos emitidos en la vida cotidiana de mayor impacto sonoro los colectivos, bocinas, arreglos en la vía pública, aviones, motos, etc”.
“Existe una amplísima gama de productos de bajo impacto auditivo, o sólo de carácter visual. La privación de este uso en favor de derechos de algunos, implica también una privación de derechos y de costumbres culturales arraigadas”.
“Además, La prohibición de la actividad viola el principio de jerarquía de las leyes art. 31 de la Constitución Nacional por prohibir el ejercicio de una industria lícita, a la propiedad privada y a trasladarse libremente dentro de la República Argentina. (Arts. 10, 11, 14 y 17 de la CONSTITUCION NACIONAL)”.
“Nuestra actividad es lícita y está reglada orgánicamente por el RENAR dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, por lo que su prohibición atenta contra las libertades individuales amparadas en la Constitución Nacional”.