La enfermedad o contractura de Dupuytren es una patología hereditaria de la fascia palmar, es decir la palma de la mano. Su manifestación más característica es la aparición de bandas de tejido fibroso que afectan a los tendones flexores, impidiendo o dificultando que el paciente pueda estirar los dedos. En sus fases más avanzadas, la enfermedad de Dupuytren llega a “pegar” los dedos sobre la palma, limitando gravemente la funcionalidad de la mano.
¿Cuáles son sus causas?
El primero, la predisposición genética. Por otra parte, están el sexo y la edad. La proporción entre pacientes masculinos y femeninos es de 10 a 1. Además, aunque puede aparecer a partir de los 40 años, lo más habitual es que surja en la sexta década. La prevalencia es mayor en personas con antecedentes de epilepsia, diabetes, fumadores y también de alcoholismo. Hay quien ha querido clasificarla como enfermedad laboral, aunque hasta la fecha no se dispone de evidencias para considerarla como tal.
¿Cuáles son los síntomas?
Como señal de primera alarma, está la aparición de nódulos, durezas en las palmas, y una dificultad creciente a la hora de estirar los dedos. A medida que la enfermedad de Dupuytren avanza, los nódulos se engruesan y forman bandas de tejido enfermo que van ‘doblando’ los dedos sobre la palma de la mano. Con frecuencia es bilateral.
¿Cuál es el tratamiento más indicado?
En casos leves, en especial si la función de la mano no se ve afectada, solo se requiere observación. Debemos tener en cuenta que no existe cura para la enfermedad de Dupuytren. Una cirugía no detiene el avance de la enfermedad sino que pone su ‘contador a cero’, es decir, eliminamos en buena medida las limitaciones que provoca al paciente, pero éstas pueden volver a surgir con el tiempo.
Dr. Edgar Torres, traumatólogo, Hospital A. Serra.