Queja de EDERSA: las conexiones en asentamientos irregulares le genera millonarias pérdidas





La empresa de electricidad de Río Negro, Edersa, enfrenta un creciente desafío financiero debido al aumento en el consumo de energía no facturada, especialmente en asentamientos y barrios populares de la provincia.


Durante 2023, Edersa compró cerca de 2.000 megavatios hora (MWh) de energía, pero no logró cobrar el 17,3% de ese total, lo que se tradujo en una pérdida mensual de casi 800 millones de pesos.
El gerente general de Edersa, Fernando Barreto, explicó que “hay más de 200 barrios populares dentro del área de concesión de Edersa, de los cuales solo 60 están medidos”. Según Barreto, la energía que se distribuye a estos sectores, reconocidos por el Relevamiento Nacional de Barrios Populares (Renabap), no es cobrada, incrementando significativamente las pérdidas para la compañía.
Las «pérdidas técnicas» en el sector eléctrico son normales hasta cierto punto, con estudios que establecen un umbral aceptable del 4 al 8%. Sin embargo, en 1995, cuando se creó el marco regulatorio de la empresa, se definió una pérdida máxima aceptable del 6%. Las pérdidas actuales superan ampliamente ese porcentaje debido a lo que se conoce como «pérdidas no técnicas», es decir, consumo no registrado proveniente de conexiones irregulares o «colgados».

Este problema se ha intensificado con el crecimiento de los barrios populares y las tomas ilegales de terrenos, donde los residentes se conectan de manera clandestina a la red eléctrica para acceder a servicios básicos. “Hay casas de familia y empresas que manipulan las conexiones para reducir su facturación o conectarse de forma clandestina, pero en el caso de los barrios populares, se trata de ocupaciones ilegales donde el enganche a la red de electricidad es casi inevitable”, señaló Barreto.
La carga excesiva de las redes eléctricas, diseñadas para una capacidad limitada, ha provocado sobrecargas y aumentos en los costos operativos de Edersa. Los municipios, con ayuda de las distribuidoras, han permitido estas conexiones irregulares bajo la promesa de una futura regularización.
Barreto también destacó que, en términos económicos, esta «pérdida no técnica» representa para Edersa un costo de 9.400 millones de pesos, dinero que la empresa debe pagar a Cammesa, la compañía que le suministra energía en el mercado mayorista, sin poder recuperarlo a través de la facturación a los usuarios. “Casi el 70% de estas pérdidas corresponden a las localidades de Cipolletti, Las Perlas y Fernández Oro, donde la problemática de las conexiones ilegales es muy grave”, puntualizó.
Aunque el programa Rebanap ha realizado esfuerzos significativos para regularizar la situación en varios barrios populares, la «irregularidad avanza a pasos agigantados», advirtió Barreto, quien reiteró la necesidad de retomar la senda de la normalización del suministro de energía.
“Seguimos trabajando para garantizar una energía segura y de calidad a todos los rionegrinos. Las conexiones clandestinas no solo representan una pérdida económica para Edersa, sino que también suponen un riesgo constante para la seguridad pública y afectan la calidad del servicio para los usuarios que sí cumplen con el pago de sus facturas”, concluyó el gerente general de la empresa.

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