Un grupo de bañistas tuvo que ser rescatado en Las Grutas luego de ingresar al mar a bordo de un kayak y no poder regresar por sus propios medios. El incidente, ocurrido hace pocos días, encendió nuevamente las alarmas de los guardavidas, quienes insisten en la importancia de actuar con prudencia al realizar actividades acuáticas.
El jefe de guardavidas de la municipalidad de San Antonio Oeste, Mauro Scalesa, detalló que el hecho involucró a un hombre con un kayak acompañado por cuatro jóvenes, que aparentemente eran boy scouts. Según explicó, el grupo ingresó al agua temprano en la mañana, antes de que comenzara el servicio de guardavidas a las 10:00. Fue entonces cuando el timonel se percató de que no podían regresar a la costa.
«Uno de los navegantes volcó, y tuvimos que trabajar intensamente para rescatarlos, ya que había un solo timonel a bordo», relató Scalesa. El operativo requirió realizar varios viajes para poner a salvo a todos los involucrados. Afortunadamente, el rescate fue exitoso y ninguno de los bañistas sufrió lesiones graves.
La problemática del kayak fuera de horario
Scalesa señaló que este tipo de situaciones son recurrentes, especialmente cuando los turistas ingresan al mar en kayak fuera del horario de servicio de los guardavidas. «A primera hora es un problema porque no estamos trabajando. Muchas veces, al iniciar la guardia, ya encontramos kayaks en el agua o incluso fuera de nuestra zona de visión», advirtió.
El jefe de guardavidas también subrayó la falta de precauciones por parte de algunos navegantes, quienes a menudo ingresan al mar sin notificar a la Prefectura Naval ni utilizar chalecos salvavidas. Además, mencionó que el desconocimiento de las condiciones del viento agrava los riesgos. «En playas como Punta Perdices, el viento sur lleva mar adentro, mientras que en Las Grutas, el viento norte hace imposible regresar contra la corriente», explicó.
Una geografía particular
Scalesa destacó que la configuración geográfica de Las Grutas, con sus acantilados y la villa turística, puede generar una falsa sensación de seguridad frente a ciertas condiciones climáticas. «Cuando hay viento norte, en la orilla no se percibe porque está protegido por los acantilados, pero a 400 metros mar adentro es prácticamente imposible regresar», afirmó.
Ante esta situación, el jefe de guardavidas instó a los turistas a respetar los horarios de servicio y a tomar las medidas de seguridad necesarias para evitar incidentes similares. «Es fundamental que quienes ingresen al mar lo hagan con cuidado y en los momentos en que podamos asistirlos rápidamente en caso de emergencia», concluyó.