El 2021 ya corre en los almanaques, y con tan sólo 15 días en el haber, los rionegrinos ya recibimos la primera -para nada afortunada- noticia: nuevo aumento de impuestos varios, “el impuestazo”. En Río Negro, por debajo de algunas puertas ya asomaron las primeras boletas del impuesto inmobiliario con alarmantes incrementos que superan el 50% en ciertos casos. Misma situación para los automotores y otras obligaciones que los rionegrinos tendremos que afrontar sin entender en qué momento nos convertimos en la respuesta a la crisis.
Un nuevo año comienza y seguimos sin saber cuál es el plan de gobierno, más preocupante aún, nos preguntamos… ¿hay un plan? De ninguna manera es momento para que los rionegrinos, y menos aún las pymes, las mismas que desde hace meses –aún antes de la pandemia- reclamaban comprensión al Estado para afrontar su etapa más oscura; reciban aumentos que, aún siendo indirectos, se suman a los costos fijos que los comercios, empresas y emprendimientos tienen que cubrir mes a mes. Definitivamente no es el momento.
Desde la Federación de Entidades Empresarias de Río Negro (FEERN) ya hemos expresado ésta postura una infinidad de veces y estamos convencidos que resolver la crisis a través del aumento de los impuestos no es sólo inviable, sino que además es irrisorio. Creemos que la respuesta a una crisis es justamente lo opuesto. No se trata de exprimir hasta la última gota a las pymes, se trata de inyectar con créditos accesibles y oportunidades reales a quienes representan más del 70% del motor productivo de la provincia: los comercios, las empresas y los emprendedores. Apostar a la producción y no a la presión impositiva y tributaria. Y no hablamos de recibir plan de pagos a las moratorias o de refinanciaciones a largo plazo, hablamos de encontrar una salida coherente al contexto atípico que nos toca atravesar. Las pymes no tenemos más resto. El último suspiro que nos queda lo estamos utilizando para levantarnos y reinventarnos tratando de no cerrar las persianas para siempre: es inviable.
Situaciones como éstas nos llevan a traer sobre la mesa, una y otra vez, las mismas cuestiones que ya hemos expresado con anterioridad: solicitamos ser consultados/escuchados. Es necesario que el gobierno provincial entienda que la única manera de salir de la crisis es trabajando en conjunto, el sector público y nosotros. Si no entendemos qué está pasando no podremos encontrar soluciones acordes a la situación. Entender que no es factible sumar impuestos, menos aún aumentarlos, a todos los gastos productivos y las inversiones, porque finalmente, los impuestos no dejan de ser un costo más para quienes producen, y que, forzosamente serán introducidos al consumidor en el producto final o servicio. Es simple, nuevos impuestos y aumentos serán trasladados siempre a los precios, haciendo imposible la oferta y cada vez menor la demanda. De manera que resolver la crisis aplicando una política impositiva es, en el mejor de los casos, pan para hoy y hambre para esta noche… porque “mañana” nunca llegará de esta forma.