La intendente de Sierra Grande, Roxana Fernández, expresó su entusiasmo y esperanza por el futuro de la localidad en una reciente declaración en Signos FM. El motivo de esta expectativa es el inminente inicio de las obras relacionadas con el oleoducto y el GNL que permitirá la exportación de hidrocarburos a través de Punta Colorada.
Fernández destacó incluso la importancia de las capacitaciones que se están llevando a cabo para preparar a los habitantes que deseen trabajar de manera directa en las empresas involucradas en este desarrollo. «Estamos haciendo capacitaciones específicas para que la gente tenga la posibilidad de ser parte de este proyecto. Además, aquellos que no trabajen directamente también se verán beneficiados por los servicios asociados, las pymes, y todo lo que se necesita para desarrollar lo que hoy no tenemos», comentó la intendente.
El impacto económico que se espera en Sierra Grande no se limitará a los trabajos directos en el oleoducto o en GNL. Fernández subrayó que todos los sectores de la economía local podrían verse beneficiados, desde quienes preparan viandas hasta aquellos que manejan talleres o gomerías. «Es eso que se vive cuando uno va a una ciudad donde hay industrias, donde hay trabajo, y nuestra aspiración es eso, pleno empleo. Creo que es el máximo deseo de cualquiera que esté en la intendencia, y nosotros estamos cerca de lograrlo», afirmó.
Además, la intendente señaló que la comunidad ya está percibiendo los primeros indicios de este cambio, con un aumento en la llegada de personas interesadas en invertir o expandir sus negocios en la zona. «Hoy, Sierra Grande está viviendo una vorágine diaria. En un pueblo pequeño como el nuestro, nos conocemos todos, y te das cuenta cuando hay gente que viene de afuera. Los hoteles están llenos porque vienen a ver, a conocer, y de todo eso, alguien va a quedar y va a lograr la posibilidad de invertir acá», explicó Fernández.
Finalmente, la intendente reconoció que muchas personas en la comunidad viven de becas, asistencia social, trabajos informales o temporales, y que la posibilidad de acceder a un empleo estable en el futuro cercano está generando una gran expectativa y esperanza. «Nosotros tenemos el desafío de administrar esa ansiedad y preparar a la comunidad para el cambio que se avecina», concluyó.
Este nuevo panorama económico promete un futuro más estable y próspero para los habitantes de Sierra Grande, quienes ven en el desarrollo del oleoducto y las nuevas inversiones una oportunidad única para mejorar su calidad de vida y alcanzar el tan anhelado pleno empleo.
