Cuando uno ingresa a la zona de internación del Hospital Aníbal Serra se encuentra con dos mujeres sumamente altruistas: Marta Giménez y María Esther. Ellas son “Las Damas de Rosa”, seres solidarios que acompañan con un gran amor y compasión a personas en rehabilitación o se encuentran internadas por problemas de salud sin recibir nada a cambio.
Amablemente dialogaron con InformativoHoy sobre su acompañamiento con las personas que se encuentran internadas “Arrancamos el 4 de septiembre del año 2013, lo que nosotros hacemos es donar nuestro tiempo, nosotras nunca nos fuimos, hace cuatro años que estamos constantemente todos los días que podemos” agregaron que “cuando iniciamos éramos doce personas, ahora solo quedamos nosotras dos, pero esto lo hacemos con el corazón porque es lo que nos sale desde adentro, cuando no podemos venir nos sentimos mal nos falta algo para terminar el día, cuando nos ponemos a hablar es gratificante por todo lo que hizo y ayudamos a quienes están y estuvieron aquí, nos acordamos de las mujeres que no pudieron seguir, es compresible, por más voluntad que tengas hay muchas situaciones muy fuertes aquí dentro”.
“Tenemos un horario que es a voluntad, pero si no podemos venir a ese horario, que por lo general es a la mañana venimos en otros momentos, generalmente acompañamos cuando están solos o cuando el familiar se tiene que ir y quedan solitos, nosotras nunca nos fuimos del hospital si bien arrancamos muchas, pero entendemos que hay que soportar emociones muy fuertes, como la angustia que a veces no se pueden dominar, eso es primordial dominar las emociones” indicaron.
“Una de las primeras cosas que hago cuando llego a la mañana es ir a pediatría y visitar a las mamis, porque ese es el lugar más lindo del hospital, lleno de energía y vida, donde todo empieza, después vamos a ver los chicos internados, a las personas que están en rehabilitación, es muy gratificante venir y decir ‘hola buenos días vengo porque quiero ver en que puedo ayudar’, esa es una de las maneras de presentarse y trasmitir humildad, más cuando hay alguien esta solo” afirmaron.
“Cuando viene alguien de afuera y no trae nada, tratamos de conseguir con las donaciones que nos dan, buscando tratar de ofrecer las mejores condiciones posibles, nosotras tratamos de buscar las formas de que no se ofendan y que se sientan cómodos las personas internadas o que estén necesitando algo” señaló.
Por ejemplo Marta Giménez desde hace 20 años que está en las Damas de Rosa “comencé en provincias de Buenos Aires cuando vi uno niños que necesitaban cuidados los ayude, cuando me jubilé me dije: esto lo quiero hacer el resto de mi vida, cuando vine a San Antonio Oeste comencé con el voluntariado” agregó que “las relación con los médicos, enfermeros, especialistas, todo el personal es muy bueno, es un clima de camaradería hospitalario de mucho amor y es muy gratificante, te recargan la voluntad de seguir viniendo, nosotras nunca pasamos por arriba de ellos, preguntamos todo, porque no podemos hacer ciertas cosas pero si avisar, lo principal es saber hasta donde uno llega y el respeto”.
“Nosotras armamos bolsitas de ropita que serían ajuares para los niños pequeños y grandes, los que quieran donarnos pueden contactarnos con nosotras “Las Damas de Rosa”, aceptamos lo que venga lo lavamos y cosemos si es necesario” añadieron además que “queremos trasmitir a la comunidad que siempre estamos, así que si alguien nos necesita estamos por algún familiar o quien sea”.