Una vecina de Las Grutas y un joven de San Antonio fueron estafados por medio de una llamada de Whastapp con un logo de Mercado Pago.
Los engaños fueron una constante histórica de la vida: Todos conocemos a un amigo o conocido que haya caído en garras fraudulentas, perdiendo tiempo, dinero o un bien preciado.
Estos últimos años las estafas virtuales se acumularon: emulan empresas como Mercado Pago y se trasladaron a las mensajerías instantáneas como WhatsApp, se volvieron más sofisticadas amoldándose al ámbito digital.
El anonimato y la buena fe de las personas es emboscada de forma mucho más sutil por las argucias de personas malintencionadas.
En el caso de la mujer de Las Grutas informó que el hecho ocurrió el 23 de septiembre por la tarde, recibió un llamado desde mercado pago en donde le dicen que desconocidos le habían hackeado el teléfono celular y que habían hecho la compra de un aire acondicionado.
Le señalaron que debía seguir las instrucciones y le enviaron unos link que al abrirlos dejaban un supuesto resguardo de seguridad.
En total confianza la víctima le pasó la cuenta a los delincuentes virtuales a través de ese enlace brindándole los datos de su cuenta y no solo le solicitaron un crédito de 20 mil pesos, sino que le quitaron todo lo que poseía en la billetera virtual.
EL mismo método utilizaron con el joven de San Antonio Oeste, quién dijo a este medio que llamó a la gente de Mercado Pago desde donde les informaron que no hacen resguardo de dinero ni de seguridad vía comunicación de WhatsApp.
Cuidado con las estafas
Si bien uno quiere creer las estafas virtuales son estructuradas apelando a la inteligencia de un perverso que sabe programar complejamente, pero un elevado porcentaje de la población es víctima de estos problemas por razones humanas: estas artimañas se diseñan en base a lo que se conoce como la ingeniería social, una práctica que utiliza los patrones de conducta de los usuarios para obtener información confidencial por medio de determinados estímulos.
Por regla general, las personas socialmente adaptadas creen lo que les dicen si se los dicen con autoridad, y buscan evitar el conflicto. Es una de las razones por las que estos fraudes han proliferado tanto en este último tiempo, sobre todo en una época donde la humanidad se encuentra endeble a vivir emociones fuertes.
Este escenario nefasto pero habitual nos obliga a otorgarnos el beneficio de la duda, ya que puede ayudarnos a evitar disgustos más tarde. Sólo adaptándose e informándonos podemos prevenir que se aprovechen de nuestra confianza.
Es menester aprender a revelar los huecos de un mensaje sospechoso, debido a que los estafadores usualmente trabajan vía WhatsApp manipulando emocionalmente a la víctima con una situación por fuera del control de la misma, como por ejemplo, una compra de elevado precio que alega ser corroborada.