(Por Marcelo Guerrero http://porlospalosweb.com/una-victoria-sincera/) La re inauguración de San Antonio trajo como novedad un clásico de primerísimo nivel con Sincera, Cotota y Vespertina entre las confirmadas y fue la yegua de Madryn que entrena en Luis Beltrán la que se quedó con la prueba. Sincera pa todo el mundo y se paga.
Cuando salió la carrera entre los anotados estaba Kandombe, verdugo de la zaina, por la mínima en el Fogón de Lamarque, pero como el del Stud El Oriental desistió, la invitaron a Cotota y todo quedó entre yeguas. En la previa Sincera aparecía como la favorita de la carrera, con la alazana del NND de Los Menucos como una enemiga de cuidado, y con la incógnita de lo que podía hacer la pinga que llegaba de Trelew, con una victoria en su haber en la única salida patagónica.
Todas las participantes tenían sus argumentos: Sincera con varios lauros a favor y una derrota ajustada ante un gran caballo; Cotota con varias carreras buenas y con la posibilidad siempre esperada de que tuviera una buena suelta esta vez. Mientras que Vespertina contaba con una carrera buena, pero además el gran respaldo de su trainer.
Todas llegaron temprano a la fiesta que organizó la novedosa dupla Iribarren – Villanueva, para la vuelta del hípico de la costa atlántica después de 6 años de inanición. El jueves ya andaba Chinchi Vázquez con la yegua de Peluca Fernández, el mismo día desde la Región Sur llegó Cachulo García con la cría en Las Armas y el viernes arribó el Negro Marín con la zaina de Del Rio.
El domingo una multitud viajó desde toda la Patagonia para ver el entrevero de yeguas del año, las cabinas de remate y la de la exacta abarrotadas de gente queriendo jugar el clásico. La plata estaba a la Sincera, más atrás la Cotota y costaba que entre Vespertina. Cada una tenía su hinchada y lo hicieron sentir cuando entraron a la cancha, bastante tarde, por cierto. La de Madryn con Chinchi en los estribos, la de Los Menucos con Emanuel Loverde, el piloto que la conoce desde que debutó y Vespertina con Jorgito Espinoza
De los 150 a la raya parecía que le habían puesto ruedas a la Sincera que se fue buscando el disco abriendo poco más de un cuerpo sobre Cotota que venía haciendo renegar a su piloto. Varios largos atrás llegaron Vespertina. Una multitud invadió la cancha, muchos fueron los que partieron en procesión hacia la sujetada a buscar a la vencedora, muchos también guardaron silencio y respeto ante una gran demostración de velocidad y contundencia.
La emoción del abrazo entre Chinchi y Peluca grafica poderosamente lo que es el turf, lo que da y lo que quita. Pasión, revancha, alegría… todo eso expresaba ese mudo afecto entre propietario y jockey-cuidador. Felicitaciones a la reina de la Patagonia. Ahora habrá que esperar sus próximos compromisos para que ratifique este presente.