Su ex esposa se cansó de esperarlo desde febrero de 1993. Lo encontraron en las últimas horas en una la localidad rionegrina.
El hecho
Adolfo Enrique Sandoval Farías desapareció de su casa en el barrio Máximo Abasolo de Comodoro Rivadavia una noche entre el 10 y 15 de febrero de 1993, hace ya 30 años, cuando salió a comprar cigarrillos y nunca regresó. Su exesposa denunció su desaparición.
El hombre de nacionalidad chilena – tenía 32 años en ese momento – trabajaba como técnico electrónico en una radio y se sumó a la lista de desaparecidos en la ciudad petrolera.
Hasta el jueves, cuando lo encontraron viviendo en la ciudad de General Conesa, Río Negro. “Ya vengo, voy al kiosco de la esquina a comprar cigarrillos”, fue lo último que le dijo a su exesposa. Solo se fue con lo puesto.
Meses después, de la misma forma, desaparecería un adolescente de 16 años, hijo del técnico electrónico, de quien tampoco se supo nunca nada, recordó Diario Crónica.
La investigación que permitió dar con el hombre fue llevada adelante por la Brigada de Búsqueda de Personas de Comodoro Rivadavia, a cargo de Daniela Millatruz, que el miércoles 20 de septiembre, junto a una comisión, se dirigió hacia General Conesa bajo la pista de que este hombre se encontraba viviendo allí.
Llegaron a una dirección con esperanzas de encontrarlo y fue así que el hombre, ahora de más de 60 años, les abrió la puerta de su casa.