El próximo 30 de enero, la villa turística, cumplirá sus 60 años desde el acta fundacional, se realizará una muestra fotográfica ese día a las 19 horas en la Casa de la Cultura, sus inicios, difíciles pero constante, hizo que los primeros habitantes se instalaran en ese paradisíaco lugar.
“Si nos faltaba material, nos prestábamos y luego cuando el otro recibía, lo devolvía, porque no era fácil tener las cosas de manera inmediata, hoy vas al corralón que son muchos y lo compras en seguida” mencionó Noguera.
“Los primeros que habitamos, donde está la zona del Mirador Azul, en el año 1967, compramos los lotes al municipio, al lado nuestro estaba un sodero de San Antonio que edificaba su casa de fin de semana y donde está hoy la heladería Fiore en la segunda, estaba una especie de quiosco” agregó “en ese sector, donde está más o menos la iglesia
“El primer loteo, las primeras dos manzanas se hizo hasta la zona hasta lo que es calle El Bolsón y el intendente Bresciano decía que se vendía un poco en los primeros años, esto que digo es la zona donde fue el primer loteo municipal y en el año 71, el segundo loteo, que me acuerdo estaba Landivar trabajando que estaba de novio con Analía (Izco)” mencionó.
“Al lado del Faro, los churros de Vincent hicimos algunas casas para la gente del alto valle, eran los primeros que comenzaron a llegar de la provincia” recordaba.
“El primer recolector de basura era Contreras y que venía en una mula a trabajar, era una risa verlo, porque era más alto que el animal, también era uno de los primeros pulperos, pero el fue el primero que juntaba la basura para el municipio” manifestó Noguera.
“Con el negro Espinoza, de aburridos, porque no había nada que hacer por las tarde, organizaba boxeo, porque los guantes lo sacó del viejo Martino que enseñaba en San Antonio, entonces entre nosotros hacíamos box, cada uno sacaba un palito, a veces a uno
“Teníamos un motor de corriente continua a la noche, que estaba donde hoy es la biblioteca, antes fue una salita y luego la comisaría, desde allí nos distribuían la luz” añadió asimismo “en realidad todos nos reuníamos a la tardecita en lo del negro Espinoza, la calefacción era a leña, hasta jugábamos a la bolita de aburridos, eso lo hacíamos cuando no jugábamos al truco” rememoraba. (colaboró Carlos Landivar – Fotos de «Yo soy de San Antonio Oeste»)