A partir de 2027, comenzará una nueva etapa en la exportación de gas natural licuado (GNL) desde la costa rionegrina con la llegada de gigantescos buques fábrica que permanecerán fijos en los muelles durante dos décadas.
Mientras tanto, otros barcos más pequeños serán los encargados de trasladar el GNL al resto del mundo.
La decisión de YPF de no construir una planta terrestre para licuar gas natural generó controversia, pero el proyecto sigue adelante de la mano del consorcio Southern Energy (SESA), que confirmó el arribo de dos buques tipo FLNG (Floating Liquefied Natural Gas, por sus siglas en inglés): el Hilli Episeyo y el MK II. Estos barcos, que actuarán como plantas flotantes de licuefacción, llegarán a Fuerte Argentino en 2027 y 2028, respectivamente.
Con dimensiones colosales —varias cuadras de largo y más de siete pisos de alto— los FLNG realizarán todo el proceso industrial a bordo, enfriando el gas natural a -161 °C hasta convertirlo en líquido. El GNL será almacenado en tanques internos que funcionan como enormes heladeras flotantes, a la espera de su traslado.
El transporte internacional estará a cargo de los buques metaneros, embarcaciones especializadas que recibirán el GNL ya procesado para llevarlo a los países compradores. A diferencia de los FLNG, estos barcos no procesan el gas: solo lo cargan en sus tanques. El procedimiento de carga, conocido como “trasvase” o ship to ship, puede durar desde varias horas hasta días, y se realiza mediante brazos rígidos conectados por mangueras especiales que vinculan ambos buques.
Southern Energy proyecta exportar hasta 6 millones de toneladas de GNL por año (MTPA), lo que implicaría un movimiento aproximado de 150 buques metaneros anuales, dependiendo de la capacidad de cada uno.
Mientras los metaneros irán y vendrán constantemente, los buques fábrica permanecerán amarrados de forma casi permanente durante los 20 años que estipulan sus contratos. Solo se contemplan retiros temporales para mantenimiento y actualización técnica.
Un dato curioso es que tanto los FLNG como los metaneros utilizan como fuente de energía el mismo GNL que transportan, lo que les permite operar de forma más autónoma y eficiente.