En el año 2017 se aprobó en el Concejo Deliberante de San Antonio Oeste, una ordenanza que deben, desde las instituciones intermedias del ejido, promover la donación de sangre para salvar vidas.
La iniciativa fue de la concejal mandato cumplido Elizabeth Mereles, de JSRN. Obtuvo en ese momento la aprobación por unanimidad en la sesión del mes de diciembre, para declarar de interés social, cultural y educativo el 14 de Junio como “Día del Donante de Sangre Voluntario”.
La iniciativa apunta a contribuir con la acción y promoción desde el municipio sobre la campaña de concientización sobre la donación de sangre, como las que se realizan en todo el mundo, principalmente que la comunidad conozca el porqué de la donación.
“Sumar para alcanzar los objetivos” señala la iniciativa, pues la idea es responder a la necesidad principal que tiene el Servicio de Hemoterapia del Hospital Aníbal Serra y lograr que se cuente con un banco de sangre suficiente como para no tener que solicitar donadores de sangre ante cada situación que lo requiera.
“Debemos incentivar a los donantes de sangre voluntarios para que sea una práctica periódica, siguiendo los requisitos respectivos, con el propósito de alcanzar la disponibilidad inmediata de este recurso vital. Entender que se trata de un acto solidario y de amor al prójimo” enfatizó Mereles en los considerandos.
Un premio Nobel Argentino
Hace más de 100 años, Luis Agote descubrió la forma de preservar a la sangre de donantes evitando su coagulación mediante el uso de citrato de sodio como anticoagulante, logrando así, la primera transfusión de sangre de la historia.
Era el año 1914, y la humanidad conocía su Primer Guerra Mundial. Debido a este acontecimiento la demanda de sangre para atender a los heridos era enorme, y un argentino daba un paso inmenso en su solución.
No solo logró este enorme avance que marcó el inicio de la práctica de la hemoterapia como la conocemos hoy, sino que, en uso del mejor de los motivos y valores, la generosidad, cedió a la humanidad, los detalles técnicos para que en cualquier lugar del mundo pudiera hacerse una transfusión, y los derechos universales sobre su descubrimiento.
La generosidad es un valor cada vez más escaso, pero inherente a la condición humana. Como humanos, todos podemos dar sangre en algún momento de nuestra vida y todos podemos necesitarla.