Por segundo año consecutivo se realizó el Encuentro Internacional de Muralismo Pintando la Bahía de San Antonio, en la provincia de Río Negro. Reuniendo a diferentes artistas y grupos de las provincias del país, también de Bolivia y Francia. Este año la temática del evento estuvo relacionada con la historia de San Antonio. Luciano Rodríguez y Ángela Nieva de Comodoro Rivadavia fueron invitados a participar.
Al enterarnos la temática del encuentro pensamos en el museo histórico municipal de San Antonio Oeste que se incendió este año generando una pérdida muy importante del patrimonio cultural e histórico de la ciudad; para los habitantes fue un golpe muy duro, no solo por la pérdida material sino por la angustia que esto genera, hubo gente que nos comentó que este nace por una iniciativa popular de vecinos para recuperar el edificio y convertirlo en un museo, incluso los elementos exhibidos fueron donados en gran parte por ellos mismos.
Pensamos que la historia también es un relato colectivo. Y ¿qué pasa cuando esta pierde forma física?, ¿cómo desde el relato y los hechos actuales se construye la historia? Nos cuestionamos también la diferencia o relación que existe entre la historia de un lugar, su cultura e identidad.
Después de estas y otras tantas interrogantes decidimos plantear nuestro boceto intentando interpelar con estas imágenes.
La realización de este mural tiene la intención de plasmar un suceso efímero que género una pérdida permanente, pasando a formar parte de la historia. El incendio duro mucho pero terminó, el material histórico es irrecuperable. Queríamos dejar un espacio de reflexión, un lugar donde poder detenerse y ser interpelado visibilizando esta situación. ¿Por qué sucedió? ¿Cómo pasó? ¿Qué impacto tiene en la localidad? ¿Cómo seguir y atravesar el sentimiento de pérdida?…
En el primer día en San Antonio ya teníamos el boceto con estas ideas acompañadas de aves autóctonas, un elemento que es característico de nuestros murales. En esta oportunidad elegimos especies que se pueden encontrar en la zona urbana y nidifican en esta misma.
Por otra parte en el acto de inauguración del evento uno de nuestros compañeros del encuentro Iván Chávez, pidió que nos manifestáramos pintando dentro de los murales wiphalas (símbolo prohibido actualmente en Bolivia), visibilizando la situación actual de su país; el colectivo de artistas aceptó la propuesta en señal de repudio al golpe de estado que está sufriendo la sociedad boliviana y el ataque a los derechos humanos que está sucediendo en toda américa latina.
Al llegar al pueblo nos contaron la historia de este a partir de la inmigración europea, el desarrollo de la localidad por la aparición del ferrocarril, el puerto y como la falta de agua potable hacia parecer la zona un lugar inhabitable, dando a entender que antes allí no había nada; sin embargo tras la pregunta de uno de los artistas sobre los pueblos originarios se mencionó la presencia nómade de ellos en la zona previo a los “primeros pobladores”, encontrándose en diferentes ocasiones chenques bajo terrenos urbanizados. Los relatos y charlas con vecinos evidenciaron también está realidad, hay cementerios y diferentes elementos pertenecientes a los pueblos originarios de la Patagonia en el territorio donde se ubica actualmente San Antonio.
Nos parece importante rescatar el impacto que generó preguntar y visibilizar esta parte de la historia, sobre todo porque compañeros mencionaron haber recibido comentarios de rechazo, discriminatorios y xenófobos a su obra por el hecho de retratar una persona con rasgos aborígenes, abriendo la posibilidad a reflexionar a partir de los sentires que nos dejan estas situaciones, obras y los diálogos que se generaron por lo sucedido.
Con respecto a nuestra experiencia en el encuentro, debemos decir que estamos muy agradecidos y contentos. Para nosotros es muy importante este suceso; este es el único encuentro de muralismo que se realiza en Patagonia, todos los demás se ubican en la zona norte de nuestro país y es que debido a costos de traslado nadie quiere invitar a artistas sureños y trasladarse por cuenta propia involucra el mismo problema generando cierto regionalismo donde lo nacional es representado por artistas del norte sin dar lugar a exponentes de nuestras provincias.
Pintando la bahía de san Antonio es la propuesta de una artista local, vecina, Lidia Rosana Gómez, que con deseos de impulsar el arte en su localidad nos abre un espacio de intercambio para artistas de TODO el país. Agradecemos esta oportunidad, que como todas tiene sus cosas que mejorar y seguir creciendo, y reconocemos el trabajo autogestivo hecho a pulmón, donde gestionar y conseguir recursos es difícil, sobre todo cuando la región patagónica se encuentra en gran crisis soltando manos según convenga a la administración de turno. Son los vecinos, colaboradores y acompañantes anónimos los que impulsan este movimiento, acompañando a los artistas, alcanzando alimentos, agua, charlas, historias, lugares de resguardo. Todo es un trabajo adonorem, la comunidad y los artistas participan con el único fin de hacer crecer la cultura.
Fue un proceso movilizador, pensamos en no ir debido a la crisis de los sectores estatales que nos toca muy de cerca como docentes, fuimos y comunicamos entre charlas lo sucedido en nuestra provincia, encontramos otros docentes también artistas. Teníamos dudas, incertidumbre y cierta angustia por el tema que tratamos, no queríamos herir a nadie y no sabíamos que tan sensible estaba la gente.
La pared la buscamos nosotros, recorrimos un poco la ciudad y llegamos al museo, desde el primero momento esperábamos encontrar una pared cercana a este lugar, nos parecía importante que quien viera el mural pudiera conectar con el suceso real y lo que quedo de él. Encontramos esta pared, justo cruzando la calle, hablamos con la dueña y nos la cedió para poder pintar nuestro boceto.
Antes de que finalice el encuentro volvimos dejando un mural junto al museo, congelamos en una pintura la pérdida del mismo en un fragmento de tierra, mientras las aves salen despavoridas volando en dirección al espectador, acompañadas de los patrones de la bandera wiphala. Lo efímero, lo autóctono; la historia contada y no contada. (Artistas Encuentro Pintando la Bahía)