El proyecto propuesto por la concejala Vanesa Carmona, fue aprobado por unanimidad por el Concejo Deliberante Local.
Este establece que en la plantación del arbolado público municipal el treinta por ciento del mismo, deberá ser de árboles frutales autóctonos de la región Patagónica. Estos ejemplares serán colocados en espacios públicos, plazas, parques, plazoletas, caminos y escuelas.
La Secretaría de Servicios Públicos, a través del Vivero Municipal, será el órgano de aplicación de la norma mientras que las Secretarías de Medio Ambiente y Desarrollo Social actuarán como complementarias.
Será esa área la que controlará la implantación de las especies, confeccionando un mapa de la ubicación de las mismas y lo mantendrá actualizado para facilitar su mantenimiento y seguimiento.
Por otro lado, deberá coordinar con Juntas Vecinales y asociaciones la ejecución de programas que implementen lo establecido en la ordenanza. Se permitirá la recolección de frutos de manera responsable y gratuita, se fiscalizará que la extracción de frutas no altere las funciones del árbol y el consumo podrá ser al paso o una mínima colecta para consumo familiar.
Además, se diseñarán y ejecutarán políticas de concientización a los vecinos en la optimización del recurso a través de la difusión y organización de exposiciones, conferencias, cursos y publicaciones.
Los vecinos que cuiden y planten frutales recibirán premios estímulo, al tiempo que se prohíbe la comercialización, el acopio indebido o la destrucción y daño a las plantas.
La implantación de árboles frutales en la zona, beneficiará a la población con sus frescos y orgánicos.