Según el denunciante, sin ejercer violencia para ingresar al galpón en el que ocurrió el hecho, desconocidos se llevaron repuestos por un valor de 100 mil dólares.
Lo curioso del caso es que la persona que se dio cuenta no notó nada sospechoso, no forzaron cerraduras ni tampoco rompieron puertas o ventanas para ingresar al lugar en el que estaban. Si bien es materia de investigación, todo apunta a alguien que tenía llave o, al menos, conocía el lugar.
Hablamos de un robo millonario porque cada uno de estos repuestos vale en el mercado 10 mil dólares. Así las cosas, la empresa perdió 100 mil dólares en tan solo segundos, de una manera extraña, y sin que nadie viera nada en el lugar que queda ubicado en calle San Juan de Santa Cruz y 22 de Febrero.