El Colegio de Arquitectos de San Antonio Oeste, opinó sobre la disposición de la Bajada Náutica en Las Grutas, a solicitud de la secretaría de planificación municipal y en el marco del Consejo Asesor de Planificación local.
Entre las consideraciones iniciales, indican los profesionales que el fortalecimiento hacia el sector de Piedras Coloradas, estableciendo dicho sector como polo de desarrollo, más allá del espontáneo, es una herramienta urbanística necesaria de implementar, lo que obviamente va de la mano con el desarrollo potencial de toda la localidad.
Indica el escrito que el proyecto analizado COMPROMETE LA CONTINUIDAD DE LA COSTANERA, COMO ESPACIO ARTICULADOR DEL BORDE URBANO AL MAR, independiente de su consideración como vía circulatoria.
Por su localización, impacto sobré restingas, terraplenamiento y pavimentación de playas y medanos, SACRIFICARÁ “LA IMAGEN DE CIUDAD BALCONEANDO A UN ESPACIO NATURAL NO INTERVENIDO”, que tan significativo resulta para la IDENTIDAD DE LAS GRUTAS.
La ubicación propuesta, CON LA DISPOSICIÓN DEL CANAL y probable talud de la calle de acceso, AFECTARAN LA CONTINUIDAD PAISAJÍSTICA Y DE CIRCULACIÓN PEATONAL ENTRE LAS PLAYAS ADYACENTES, GENERANDO UN LIMITE EN LA PLAYA que condicionara el uso como balneario, siendo que ESTE SECTOR RECIBE EL DESBORDE DE TURISTAS CUANDO LAS PLEAMARES cubren las playas desde La Rinconada hasta la ata Bajada. También afectará el desarrollo de las mismas hacia el sur.
Al no tomar dimensión del real crecimiento, con el aumento desmedido de la densidad turística en las playas, EL TRASLADAR LA BAJADA NÁUTICA AL CAÑADÓN DE LA PALOMA, NO ELIMINA EN ABSOLUTO LA SUPERPOSICIÓN CON BAÑISTAS.
No toma en cuenta en absoluto la actual problemática vial, ni siquiera considera a la calle Sierra Paileman como una ARTERIA PRINCIPAL, lo que va a desencadenar un aumento desmesurado de la problemática vial, llevándola al colapso.
No evidencia que actualmente las playas habilitadas no alcanzan a satisfacer las necesidades, y que se requiere como villa balnearia habilitar nuevas BAJADAS PEATONALES hacia el sur, expandiendo así las superficies de playas requerida por la actual densidad turística.
No manifiesta datos de la demanda, lo que imposibilita contemplar tanto la demanda náutica recreativa y deportiva, como la proyección de prestadores náuticos en un tiempo extendido acorde a la envergadura del impacto urbano y la inversión que la propuesta requiere.
Al carecer de análisis urbanístico, la propuesta no consideró que la Manzana como elegida para insertar el complejo, es Reserva Fiscal en un sector actualmente urbanizado, que requiere de diversos equipamientos como lo es destacamento policial, al expresar corno lejano el sector de Piedras Coloradas y no incorporarlo siquiera a ningún esquema de análisis o foto satelital, es indudable que NO SE HA CONTEMPLADO EL SECTOR SUR como un POLO DE DESARROLLO INMINENTE Y A CORTO PLAZO, HACIA DONDE ES NECESARIO ESTIMULAR EL CRECIMIENTO, ORDENAMIENTO Y CONSOLIDACIÓN.
Asimismo, los arquitectos indican una serie de consideraciones negativas entre las que mencionan quienes realizaron el proyecto no relevaron en plena temporada; no se contemplan aspectos urbanísticos; no se valoró la situación de los pulperos; no se establece un plan director que establezca un lineamiento de desarrollo de la totalidad de Las Grutas. No se consideran pautas de crecimiento y consolidación urbanística; se omite otros lugares estratégicos entre el cañadón de la Paloma y Piedras Coloradas sin rigor analítico.
Finalmente mencionan en el largo expediente que es necesario fortalecer Piedras Coloradas como polo de desarrollo. Poner en valor el Cañadón de la Paloma y de los pulperos. Nuevas bajadas peatonales hacia el sur. Que no se puede permitir cortar la playa y condicionar el desarrollo futuro.
Que se debe dar respuesta tanto al aspecto náutico como al vial y la excesiva densidad turística en la playa. Fortaleciendo nodos y jerarquizando vistas. Además, el crecimiento de la trama urbana debe estar acompañado de espacios públicos y edificios de función pública.
A partir del análisis urbanístico – expresa el escrito – se descarta totalmente el cañadón de la Paloma como el lugar de implementación, resultando imprescindible el cambio de elección de lugar para la reubicación de la bajada náutica.