La temporada comenzó con una alta presencia de barcos en la zona de pesca y como ya habían anticipado desde el Programa de Langostino del INIDEP, los rendimientos son muy buenos.
El número de barcos que se lanzaron a la captura nacional son más de ochenta actualmente y se concentran en una subárea donde se han dado las mayores conglomeraciones del recurso.
En las industrias locales, los trabajadores iniciaron un proceso importante y a destajo ni bien llegó el recurso. Por ejemplo, en Río Salado, los “peladores”, “descabezadores”, “devenadores”, “peones” y “envasadores” en varios turnos, hicieron una labor constante.
Los empresarios propietarios de barcos consideran que a pesar de que este año probablemente la presión pesquera sea mayor a la de 2020, no habría de que preocuparse, dado que el monitoreo sobre el recurso es permanente, se cumple con las campañas de evaluación y se toman medidas para evitar la pesca de ejemplares chicos.
Las perspectivas para este año son buenas. La abundancia de recurso, los buenos tamaños y una buena respuesta de los mercados permiten soñar con una temporada exitosa y mayor proceso en San Antonio que el pasado año.