La Carta Orgánica municipal siguen sin terminar de cumplimentarse, como sigue también sin reglamentarse la totalidad de los artículos. Por ejemplo, el que tiene que ver con la interpelación, luego del fallido cuestionamiento al intendente Ojeda, ninguno de los concejales presentó una ordenanza para establecer las pautas respecto a esto, situación que llevó a interpretaciones diferentes. Ojeda se escudó en esa falta de elucidación planteando una exégesis disímil.
Se espera que el año que viene, en el 2019, la elección de delegados de Las Grutas y El Puerto se haga posible, la misma Carta orgánica exigía que debía estar antes del 2013, no se cumplió a pesar de que el ex edil de la UCR Pablo Fernández presentó un proyecto, pero el mismo fue cajoneado por la mayoría automática del FPV.
En otro contexto, Esquivel planteó la ordenanza de la Autarquía Económica, pero ésta realmente debe ir acompañado de la norma que establece el reglamento madre del ejido sanantoniense: hacer cumplir el artículo 88.
El pasado viernes hubo una reunión en la delegación de Las Grutas donde vecinos y concejales discutieron la autarquía de la delegación. Avances, pocos.
Esencialmente porque el Ejecutivo municipal y el Tribunal de Cuentas aún no elevaron los ejecutados del presupuesto 2016 y 2017. Sin esos números es imposible saber el gasto que conlleva, además sumamos a la discusión que la coparticipación no es según la población existente actual, sino que es de la base del 2000 al 2010.
Recordar en este sentido que el ejecutado del año 2015 ha sido rechazado por esta legislatura comunal al encontrar gruesos errores administrativos.
¿Habrá intención de la política de darle autarquía económica a Las Grutas?, difícil actualmente. Las ambiciones electorales no permitirían que concejales pudieran entregar su voto positivo, pero sí podrían tratar la elección de delegado. Si quisieran en el mismo contexto, podrían incorporar la autarquía financiera.
Se cumplieron 20 años de que la villa balnearia perdió su independencia económica, nunca más los gobiernos de Zonco, Casadei, Iud y Ojeda (y los breves de Leonardo y Palomequez) lo restituyeron.
Hoy notamos que las comunidades reclaman mayor participación municipal. Las juntas vecinales piden que el manejo del dinero de Las Grutas, la recaudación, esencialmente quede a disposición de sus convecinos y no a rentas generales: un pozo común donde termina el dinero de los contribuyentes o adquirentes de terrenos.
También solicitan las juntas vecinales que se reglamente el artículo 144 de la Carta Orgánica, ya que el justicialismo quienes eran mayoría, en la última convención constituyente, hábilmente dejó un renglón escueto sin definir.
Los grutenses quieren que lo que se recaude en concepto de venta de tierras sea solo para el sector urbano del balneario y no para ese fondo general.
Son muchas aristas la que faltan cumplimentar. Las Juntas Vecinales, en estos tiempos, tienen una incidencia especial y son relevantes en su accionar. Merecen estas también tengan como herramienta una ordenanza de Presupuesto Participativo, que es justamente un mecanismo de participación que incorpora un acuerdo con los ciudadanos como herramientas que permiten destinar una parte del Presupuesto Municipal a la realización de propuestas y proyectos que los pobladores consideren necesario.
Un sistema altamente democrático, una apertura que debe tener un debate porque es un proceso de intervención directa y permanente en conjunto con las autoridades, los candidatos electorales o secretarios municipales deliberan y decidan con los vecinos, la asignación de recursos públicos para los diferentes barrios.
¿Quiénes son los que conocen las necesidades de sus lugares? los propios vecinos o integrantes de las juntas vecinales. Es hora de que la excelencia supere a la vulgaridad. (Carlos Aguilar @caa174)