El intendente Adrián Casadei tiene un disgusto cada semana. Cuando más revisa, más encuentran en diferentes áreas, acciones en desmedro de la municipalidad.
La investigación interna esta semana fue en otro sector. No fueron los cheques, que ya alcanzan los 35, cuyos autores de este desfalco podríamos encuadrarlo en una asociación ilícita para defraudar al estado. Actores municipales, en beneficio de privados.
Ahora también a esto le sumamos una pesquisa por la tierra fiscal. Increíble. La dirección actual comenzó a encontrar preadjudicaciones de terrenos, cuyo valor superan los 200 mil pesos, sin pagar ningún centavo al erario público.
Si uno observa el plano catastral puede ver sitios inmejorables que fueron otorgados. Pero esas designaciones catastrales no fueron siquiera firmadas por el intendente anterior, ni fueron tratadas por el Concejo Deliberante.
Algunos expedientes incluso con finales de obras, sin que las estructuras de las mismas estuvieran terminadas, el expediente pasó por las áreas sin ser detectados como apócrifas.
Las carpetas, todas corresponden desde el año 2016 en adelante. A tal punto que uno de esos expedientes, del año 2017 tenía regularización dominial, sin todos los pasos previos, mientras que en otro de ellos con libre deuda, sin que la adjudicataria haya pagado lo que aún debe en el municipio.
Se pueden seguir nombrando las irregularidades, eso quedará seguramente en investigaciones y pronto habrá mayores novedades. Lamentablemente tarda más de lo debido, porque al salir la administración anterior, borraron a propósito por completo el disco rígido. Sabían que podrían encontrar esto.
Entremezclaron las carpetas, como si fueran a dejar la basura debajo de la alfombra y que alguien algún día no las iban a encontrar.
Lamentablemente esto perjudica a la administración pública. Personajes que dañan a la política por sus actos corruptibles.
La pregunta de millón, ¿Cómo podían “poner la cara”, delante de decenas de familias que pedían terreno y no se las otorgaban, porque no cumplían los requisitos, la mayoría por ser pobres?
Pero el intendente no solo debe enfrentar estas situaciones. También debe lidiar con los empresarios del sector turístico que a rajatabla buscan que se apruebe la bajada náutica y quieren sumar apoyos externos, incluso mediáticos. Algunos de esos interlocutores, a Casadei lo incomoda, seguramente al mandatario no se lo verá en las reuniones virtuales del Emprotur.
La bajada náutica, como lo mencionamos, este año no verá la luz y probablemente no sea en ese lugar que pretenden los empresarios.
Párrafo aparte para el legislador Luis Noale, quién propuso y defendió en la comisión de presupuesto y hacienda de la legislatura que el 10% de los recursos que solicite provincia con el nuevo crédito a Nación, sean coparticipable a los municipios sin que estos asuman la deuda.
Noale comienza a conocer los espacios que tiene y sabe aprovecharlos. Debería hoy empezar a construir, son tiempos de aglutinar y de mesurar al peronismo sanantoniense.