Este viernes acompañé con mi voto favorable el proyecto de ley que autoriza al Poder Ejecutivo Provincial iniciar negociaciones para restructurar su deuda y a obtener un crédito blando desde el Estado Nacional para paliar la grave crisis que golpea a Río Negro.
Lo hice con el convencimiento pleno de que es lo mejor para los municipios, en especial los de mi circuito, que como Sierra Grande, se encuentran atravesando una gravísima situación económica.
A partir de la insistencia de mi bloque y mía en particular se logró la incorporación de la cláusula de la coparticipación de los nuevos recursos desde la Provincia a las Municipalidades.
También lo hice con la seguridad de que la postergación de plazos de deuda propondrá al sostenimiento de la paz social y a garantizar el pago de salarios de los trabajadores estatales. Ante mi consulta, el ministro de Economía en la reunión de Comisión de Presupuesto debió admitir que sin estas posibilidades financieras, Río Negro podría ingresar en cesación de pagos y en un caos de derivaciones inciertas.
Confío en que a partir de ahora, el gobierno provincial consulte a la oposición, mantenga el diálogo político y podamos trabajar en mejorar la calidad de vida de los rionegrinos.
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