En marzo de este año, cuando dentro del presupuesto se votaron las partidas para el Plan Castello, ninguno de los cuatro concejales: Railfe, Mereles, Colantonio y Esquivel se preocuparon por la red de gas para los pobladores. Votaron obras que no condecían con la realidad necesaria del vecino, no contemplaban un ápice de beneficios para la comunidad y tampoco pidieron incluir lo solicitado por las juntas vecinales. Los mismo sucedió con los otros cinco concejales.
Cuando solicitaron rederterminar la ordenanza, aparece el césped sintético propuesto por el ejecutivo. Allí los nombrados cuatro concejales se opusieron, pero siquiera presentaron un proyecto alternativo para ser discutido. Recién se manifestaron varios días después, cuando aparece en comisiones y labor parlamentaria el proyecto que fue rechazado sobre tablas.
La ordenanza de Esquivel, como lo mencionamos una semana atrás, no solo fue demagógica y a destiempo, sino que era una elucubración como parte la interna peronista en la cual los otros tres ediles quedaron entrampados en la misma.
Una nueva afrenta al justicialismo gobernante por su más acérrimo opositor, el mismo que está en ese lugar por haber ido en la boleta junto a Ojeda. Un juego político hábil del presidente del concejo, que aprendió durante los años acompañando a quienes hoy conducen.
La ciudadanía se expresaba en contra del césped sintético, porque en sus barrios no hubo hasta el momento ninguna obra pública municipal y reclamaba que al menos se utilice ese dinero, tras conocer que había factibilidad para el gas luego que Camuzzi finalizó la ampliación, se extiendan hacia las localidades, al menos en los sectores más vulnerables. La inerte gestión municipal hizo que los vecinos desataran su contrariedad a la carpeta sintética.
El derrotero del cambio de partida del Plan Castello comenzó el pasado domingo en Las Grutas, cuando Javier Iud dialogó con Alberto Weretilneck, con un “pase de factura” por haberlo acompañado en las leyes que necesitaba el gobernador y los concejales de JSRN hicieron lo contrario aquí.
Weretilneck lo recibió el martes pasadas las 10 horas y ese mismo día, una hora más tarde, se sumó Casadei. Allí se definió el cambio de la partida, el aporte de diez millones en dos tramos de la provincia, más los cinco millones del Plan Castello de la municipalidad.
El anuncio se dio el jueves, porque el miércoles por la tarde en una reunión también en Las Grutas, legisladores y concejales le dieron forma al anuncio. Apareció la comisión propuesta por Gemignani incorporada al todo que debían mencionar a los medios de comunicación y también la propuesta de Fabrio Mirano del millón y medio que estaba para construir el edificio del Concejo Deliberante, sumarlo al total.
El miércoles en Centro de Empleados de Comercio fue la conferencia de prensa, aunque la gente presente también solicitó cloacas en los barrios postergados como Cruz del Sur y San Cayetano. Ese día se selló la suerte del césped sintético, la obra de impacto visual que pretendía el gobierno municipal.
Nadie, ningún político salió favorecido de esto, los únicos que ganaron en esta contienda de dos semanas fue la ciudadanía que se hizo escuchar.
Pero, si Javier Iud no se hubiera dado cuenta el domingo pasado de los movimientos que estaban aconteciendo en distintas bases, principalmente de algunos de los opositores, esto hubiera terminado en más movilizaciones y dejar al alicaído gobierno de Ojeda en serias condiciones de gobernabilidad.
Esos días el justicialismo determinó también que Esquivel tiene las puertas totalmente cerradas, que no lo dejarán participar dentro del partido, por dos situaciones muy evidente: una por las encuestas y otra por su oposición.
Las encuestas justamente señalaron que Ojeda no hizo un cambio de rumbo y eso lo “tiró hacia atrás”, cayó el intendente estrepitosamente en su imagen y en su gestión, pero no así los actores que están con él, siguen manteniéndose, aunque estancados desde la última medición. Por su parte, varios concejales y funcionarios deberán volver a su casa en el 2019.
Si bien Iud y Casadei miden por encima del resto, entre ambos hay una paridad que sorprende, pero a la población también le agrada principalmente postulantes jóvenes o extrapartidarios por sobre otros que ya están instalados.
Para gobernador, Martín Soria es quien prevalece y el peronismo local aún mantiene su base de caudal de votos. La imagen de Mauricio Macri entre San Antonio y Las Grutas es del 75% negativa, mientras que Weretilneck mantiene una alta estima en la población local con un 41%, no así Sergio Wisky, el diputado del PRO no lo conoce el 78% de los encuestados.
Si bien estas mediciones son a un año de las elecciones, todo puede cambiar, generalmente el elector aún no definió su voto y muchos políticos “que están retrasados” en las encuestas pueden avanzar.
Los tres meses antes del domingo de la contienda, serán los momentos de tener un panorama claro de cómo se situarán los sufragantes frente a las distintas opciones, hoy son solo números. (Carlos Aguilar @caa174)