Hambre, pobreza, desempleo, trabajo no registrado es casi la mitad de la Argentina de hoy. Así de doloroso. El dato frío, 42%.
En los últimos 3 años 7.700.000 personas cayeron en la pobreza. Y de ese total 2,4 millones descendieron aún más: pasaron a ser directamente indigentes.
Este último tramo del 2020, reconfirman una cruda realidad que golpea con dureza a más de 19,2 millones de personas proyectado a todo el país, es decir, con una población de 45,8 millones de habitantes.
En la desagregación por rango etario, el Indec confirmó que el 57,7 % de los niños y niñas (de 0 a 14 años) viven en condiciones de miseria. Se trata de 6,3 millones de menores que se encuentran por debajo de la línea de pobreza, como el 49,2 % de los jóvenes de entre 15 a 29. Tremendo.
Si bien la pandemia vino a incrementar el problema socioeconómico, desde el 2017 comenzó la debacle, sin olvidarnos en el medio la dilapidación de 44 mil millones de dólares que el gobierno de Macri solicitó al FMI y que fue a financiar fuga de capitales y el gobierno de Fernández debe pagarlos, aunque lamentablemente quiere aplicar políticas que le imponen desde el norte.
Pero lo más indignante es la brecha, la diferencia entre los ricos y los pobres es cada vez más amplia. Los valores de las canastas de alimentos y los respectivos ingresos de los hogares se notan, cada vez compran menos productos ante la creciente suba de precios.
Esta brecha social se amplió, demasiado. Dentro del paquete de los que están mejores, está la clase política. Hoy cada vez más se los mira con mayor descrédito.
Pero la campaña sigue. Se habla de PASO y de retraso de la misma. Se entrecruzan las palabras y los políticos están con la cabeza en las elecciones. Sucede a nivel nacional, ocurre en la provincia.
Wado de Pedro y Santiago Cafiero sentaron hace una semana a todos los intendentes y representantes de Río Negro en una mesa para mostrarle el camino de la unidad luego de un montón de discrepancias en el medio.
Busca el oficialismo nacional, consolidarlos ante la caída en las encuestas. Esto fue antes de la asunción de Martín Soria, como una imagen de respaldo al ingresante en justicia. El objetivo: fortalecer la identidad del FDT en Río Negro.
Esta reunión trajo aparejado las rispideces en tiempo “de la campaña” como suele suceder, porque Arabela Carreras trató esa reunión en Nación de “sectarios” y Doñate salió a responderle. Dejando de lados esos buenos modos que tenían y que seguramente, tras las urnas, volverán. Mientras tanto, hay que demostrar “diferencias”.
En el medio, Weretilneck mencionó que en la boleta verde “quiero caras nuevas” y con eso va dejando de lado algunos que se ponían el mote de candidato/a dijo «que venga a refrescar, tener ideas nuevas y formar dirigentes que continúen lo nuestro».
En fin, todo se va acomodando de cara a las contiendas, solo falta saber como termina la elección del próximo domingo, esas internas que tienen en vilo al radicalismo, entre idas y vueltas con las presentaciones a la junta electoral, en definitiva, todo se dirimirá el 11 de abril. Después se hablará como resultarán las alianzas.
Lo que sí se debe poner en claro, es que, a partir de los próximos días, la agenda la llevará adelante el Covid, la probable “nueva forma” de cuarentena y como la van a considerar los ciudadanos.
Además, habrá una gran protesta de los trabajadores de la salud, dónde empezarán con sus exigencias y también con espolear al gobierno provincial, cada vez con más asiduidad.
Hay una balanza, en la que los políticos deben ver que es lo que más pesa hoy: la campaña o el contexto en este escenario social que tenemos.
Entrecasa, el intendente Adrián Casadei manifestó que lo que más le piden es trabajo y diariamente le solicitan ayuda porque no llegan a fin de mes, no pueden pagar los servicios, no pueden comprar remedios, entre otras lastimosas realidades.
Esto demuestra que los tristes números del Indec, también están presentes aquí, en nuestro lugar.