Editorial: sibilina

piletas




La gobernadora Arabela Carreras, después de mucho tiempo, regresó a la zona sanantoniense. Ocurrió semanas después que el intendente Adrián Casadei haya tenido las presiones del ejecutivo provincial, por señalar que todos los comerciantes son esenciales y permitir la apertura en general, en los horarios permitidos, 24 horas después debió retrotraer su postura, pero sin asechanza.

Posteriormente y tras el desencuentro con algún miembro del gabinete (que no vino el jueves) el mandatario comunal ¿sorpresivamente? jugó fuerte y apostó por Bruno Pogliano, metiéndose de lleno en la política partidaria. Incluso en la semana, en la revista La Tecla Patagonia volvió a reafirmar que el intendente de El Bolsón “tiene los pergaminos necesarios para ser candidato”.

Esto acontece en una semana llena de idas y vueltas, dónde el clima de tensión entre Arabela Carreras y Alberto Weretilneck va en incremento a medida que se acerca la fecha del 25 de julio en el cual se deben definir las candidaturas de cara a las legislativas.

Es innegable que el motivo de la disputa entre el exgobernador y la actual mandataria gira en torno al armado de la lista de JSRN y hacia dónde vira la gestión. Casadei sabe que acoplarse a la discusión lo pone en otro plano, por encima del resto de sus pares.

Es por eso que el próximo 10 de julio no será un sábado normal en nuestra zona, no solo por el cumpleaños de San Antonio, sino que allí convergerán todos: el actual senador, la gobernadora y el intendente como anfitrión y probablemente llegue Pogliano.

La inauguración del Plan Castello, la obra de cloacas de Las Grutas, será el motivo por el cual los tendrá como protagonistas y quizás si es posible, podrá el periodismo grutense y sanantoniense poder tomar contacto con ellos.

Esta semana no fue así, Carreras esquivó a la prensa local. De manera reservada y de forma arcana, ingresaron a la villa balnearia. A concejales y escasos partidarios, le avisaron el jueves a la mañana. La noche antes le comunicaron a Casadei y a muy poquitos. Todo casi hermético.

Se citaron en la terminal de ómnibus, luego se dirigieron a los nuevos piletones “de vuelco cero” y finalmente en la segunda bajada realizaron un zoom con gente del Sedronar. Posteriormente Arabela partió a Viedma.

Lástima, hubiera sido una gran oportunidad de preguntarle a la jefa del estado rionegrino respecto a la falta de vehículos para la policía en los tres centros urbanos, porque no se concretaron los compromisos a los vecinos con la llegada del COEM, toxicomanía y brigada judicial a Las Grutas, o indagar por la escases de personal en las comisarías, la no instalación de las cámaras de seguridad preestablecida. También lo no presupuestado en salud para San Antonio como la prometida ampliación de la guardia y terapia intermedia en el “Aníbal Serra” (Jacobacci tiene tres camas, por ejemplo).

También las definiciones en la pesca y porque los representantes de la misma no se reunieron con el ministro Luis Basterra, mientras que el resto de los actores de las economías regionales confluyeron en General Roca para hablar de sus situaciones. Tampoco sabremos por ahora del faltante en el plan de garrafones para el Puerto del Este.

En fin, la lista sigue, debemos esperar por estos lados, hasta el día del pueblo para efectuar el cuestionario.

Esa jornada, no será un sábado más en San Antonio, habrá anuncios que atañen en materia de obra pública, porque poco a poco las que están en ejecución (nacional y provincial) van concluyendo. Es preocupante para ese vasto sector poblacional, la escases de construcciones. Es otro motor de la economía local, porque en conclusión, lo que el obrero percibe, es lo que gasta en el almacén de la esquina de su casa.

Al no haber obras de infraestructura, no hay dinamización de la economía y el clima social se enrarece. Esto desvela a cualquier político.

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