El intendente Luis Ojeda realizó la denuncia por usurpación de tierras en Las Grutas. Lo hizo en la Comisaría 29, luego que el fiscal a cargo de la causa Pedro Puntel, denunció a su delegado y candidato a concejal Guillermo Masch por presunto incumplimiento de funcionario público.
Puntel, el día lunes, recibió la queja del jefe de la dependencia policial grutense, porque habían llamado de manera insistente al responsable político de Las Grutas. Masch recién apareció el lunes por la tarde, lo hicieron declarar.
Se intensificó el problema este viernes, cuando por orden de la fiscalía viedmense, determinó que, tras la denuncia formal del mandatario comunal, se aplicara la ley a rajatabla solo en 32 familias.
La orden consiste, el que salía del sector ocupado, no volvía a entrar, si insistían serían detenidos, esposados, como delincuentes comunes. Cabe destacar que las otras dos nuevas tomas pueden seguir como si nada, se pueden ver las construcciones avanzadas.
Durante este sábado recrudecieron la medida, los efectivos apostados que rodean el lugar, no dejaron pasar agua o alimentos, observamos asombrados una nueva forma de “guetto”, algo que jamás pensamos sucedería en estos tiempos y en Las Grutas.
Hubo y hay vulneración a los derechos humanos, a vecinos, a muchos de ellos, los conocemos por aquí desde pibes. Incluso jugaron al fútbol, desde chicos, en el Club Deportivo, con el actual delegado Masch.
Cuando ocuparon el hall de la delegación, el viernes a la noche, el candidato a intendente y actual presidente del Concejo Deliberante, Luis Esquivel, les enrostró que prácticamente hacen delincuencia “abandonen la toma y los recibiremos”. Los ocupantes saben que eso nunca sucederá, porque ya están en un proceso judicial, como dice la ordenanza no podrán acceder al RUSTIFIV por cinco años, o sea, una vez que tiene ese antecedente, quizás nunca.
Las tomas de tierras fiscales son ilegales, eso es cierto, así lo establece la ley. Nadie lo niega. Hacerlo compulsivamente es una transgresión a las normas.
El tema fundamental estos últimos cuatro años es la falta de políticas públicas habitacionales, las que hubieron fueron escasas. Hay una emergencia “light” declarada por algunos meses, pero ante la situación existente, se necesita mayor claridad meridiana en quienes tienen la decisión política. Alternativas.
Cuando desde la distancia se observa a los concejales o intendentes, o bien políticos de turno hablarles a «los usurpadores», es ver a sujetos que ganan más de 70 mil pesos, de los impuestos que pagan los ciudadanos, contra un muchacho que no llega a los 10 mil por mes y no le alcanza siquiera para pagarles la comida a sus hijos. Ese también es un parámetro de la desigualdad en estos tiempos.
Es entendible la denuncia del intendente Ojeda porque defiende intereses del municipio. Es entendible el que no puede pagar un alquiler y ocupa una tierra fiscal porque no tiene dónde vivir. Es entendible todo.
Lo que no se entiende es la poca visión política, la falta de proyectos y el discurso ambivalente de que “la patria es el otro”.
El viernes por la noche, los que no pudieron ingresar a la toma de terrenos eran angustiados pintores, albañiles, mucamas, cocinera, empleadas domésticas. Otros regresaban de hacer changas para obtener el sustento del día.
En algún otro lado, en sus casas, los que deben tomar las decisiones políticas para el futuro, discutían el partido de fútbol o el programa de Tv preferido, mientras comían una de las tres empanadas. (@caa174)