«El disparador» (nota de opinión)





Tomas Porra debería ser el ejemplo y el disparador para que se tome este caso de un joven de Las Grutas que pudo llegar a la elite del futbol nacional. Cuando desde estas latitudes de la Patagonia Argentina vemos como utópico que alguien puede lograr estar ocupando uno de esos espacios podría entenderse como posible.

Existen muchos casos de jugadores que intentaron hacer el camino, pero quizá en el recorrido del mismo otros fueron los obstáculos que les impidieron llegar. Existe dentro del futbol local una enorme carencia de infraestructura, los clubes empobrecidos hacen lo que pueden por contener a la mayor cantidad de chicos que se acercan para practicar el deporte más popular. No todos tienen la chance de estar. No todos pueden soñar a veces siquiera con participar. Lo que más entristece es la falta de políticas que redunden en beneficio de quienes trabajan en consecuencia.
El mal que aqueja al futbol de estas regiones parece crónico, gobernado desde la capital rionegrina, sin la independencia necesaria para poder decidir cuál es su norte. De todos modos, aparecen estos casos que son para tener en cuenta y vienen a ser como una referencia en un marco que no es el propicio para quienes merecen una oportunidad. El caso del joven Porra tiene que ver con un trabajo que se ha hecho bien desde el inicio en su etapa formativa, como así con la tarea que continuó y se profundizo en la capital federal del país. Asimismo, es importante también destacar la tarea que en silencio supo hacer su familia la que desde este punto alejado de los grandes orbes espero seguramente con ansias las noticias.
Es fácil hablar del debut, cuando las imágenes de los medios mas observados muestran a Tomy ingresando al campo de juego, pero también es importante saber porque se produce esta realidad que no es un milagro, sino más bien una construcción. Despues podremos hablar del juego, del desempeño o de lo meramente táctico. Bajo perfil, humidad, docilidad, personalidad maleable en muchas situaciones, capacidad de resiliencia porque nadie duda que el tránsito no habrá sido todo color de rosas. La actualidad es una consecuencia de un trabajo realizado desde que el niño vislumbraba cierta actitud con del desempeño dentro de un campo de juego. Es un buen síntoma para que quienes vienen pidiendo terreno sepan que se puede, en vez de obnubilarse con figuras de plataformas digitales es mejor observar estos ejemplos más terrenales.
Alguna vez quienes manejan el deporte más popular del país comprenderán que el interior del país marca un pulso muy distinto al de los grandes orbes, aunque empobrecido, aunque lejano de las grandes luminarias la Patagonia Argentina puede convertirse en una usina que genere jugadores que puedan nutrir mucho más el ADN que ha elevado la Selección Nacional.
“Tomy” Porra representa hoy el sueño de muchos chicos, el sueño de muchos clubes, trasciende las barreras grutenses para generar sinergias entre los más postergados de la provincia de Río Negro y el sur argentino. Representa la esencia pura del jugador patagónico que se adapta a cualquier situación, que sabe de lo que es ser feliz con poco, lleva en su alma y espíritu el grito ahogado por los vientos de la estepa que piden desde hace tanto tiempo que el centralismo capitalino tenga un poco más de apertura y genere más chances para quienes no las tuvieron nunca. (por Milton Albariño)

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