Inicio Actualidad “Nuestros océanos necesitan protección, no la pesca imprudente de China”

“Nuestros océanos necesitan protección, no la pesca imprudente de China”

Oceana creó en 2014 Global Fishing Watch (GFW), una organización sin fines de lucro dedicada a promover la gobernanza de los océanos con mayor transparencia, que trabaja asociada con Google. En un principio se pudo ver en directo las trayectorias de más de 140.000 barcos e investigar dónde habían estado durante el último año. En los últimos años ha celebrado convenios con Universidades, institutos científicos y países para robustecer la fuente de datos y realizar estudios a partir de la documentación recolectada (ver Google vigilará la pesca ilegal).

Mediante el uso de esta herramienta, el año pasado WFG y la Universidad de California lograron realizar un mapa del trabajo forzado a bordo de los buques en aguas internacionales y recientemente han publicado un nuevo informe que atiende puntualmente lo que ocurre con los barcos de la flota extranjera que operan al borde de nuestra Zona Económica Exclusiva (ver Mapa de trabajo esclavo en aguas internacionales).

Esta vez se contabilizaron los barcos pesqueros que han apagado el sistema de monitoreo (AIS) en la frontera marítima argentina desde el 1 enero de 2018 al 25 de abril de este año. También se estableció una relación directa entre los barcos que apagaban el monitoreo y se acercaban a otros barcos, en lo que podría ser una maniobra para ocultar el trasbordo en alta mar, señalado por la FAO como una característica de la pesca INDNR.

Oceana documentó más de 800 embarcaciones extranjeras que registraron arriba de 900.000 horas totales de pesca aparente. El análisis también reveló que el 69% de esta actividad pesquera fue realizada por más de 400 embarcaciones chinas. En comparación con las flotas extranjeras, los buques argentinos en el mismo período capturaron el 1% del total, se indica en el informe. Al igual que ocurrió en el informe de trabajo forzado, los buques poteros fueron señalados como protagonistas.

“La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU) amenaza la salud de los océanos. Las embarcaciones que desaparecen a lo largo del borde de las aguas nacionales de Argentina podrían estar saqueando sus aguas de manera ilegal”, dijo la vicepresidenta adjunta de campañas estadounidenses de Oceana, Beth Lowell.

Como parte de este análisis, Oceana documentó más de 6.000 eventos en los que las transmisiones AIS no se transmiten durante más de 24 horas, “estos barcos fueron invisibles durante más de 600.000 horas en total, ocultando la ubicación y enmascarando comportamientos potencialmente ilegales, como cruzar a las aguas nacionales de Argentina para pescar”, señala textualmente el documento.

Aseguran que la flota china fue responsable del 66% de estos incidentes, que podrían estar relacionados con actividades ilegales. Surge del informe que “los barcos coreanos, españoles y taiwaneses realizaron el 26% de la actividad pesquera, con cerca de 200 barcos pescando durante aproximadamente 251.000 horas” y destacan que “los barcos españoles pasaron casi el doble de tiempo con los dispositivos AIS apagados que pescando visiblemente”.

Otro de los comportamientos observados fue el acercamiento a otro barco de forma coincidente con la anulación de la transmisión del AIS, hecho que ocurrió en el 56% de los barcos que habrían apagado el sistema. Ello podría deberse que se encuentran reabasteciéndose en alta mar de víveres y combustible o realizando trasbordos para transferir sus capturas a barcos de carga refrigerados.

Como bien se expresa en el documento, el transbordo en el mar puede ser un eslabón débil en la cadena de suministro de productos del mar, lo que podría permitir que el pescado capturado ilegalmente se mezcle con la captura legal.

Al respecto Beth Lowell sostuvo que “un estudio reciente encontró que Estados Unidos importó un valor estimado de 2,4 mil millones de dólares en productos del mar derivados de la pesca INDNR en 2019. Estados Unidos puede tomar medidas para abordar la pesca INDNR exigiendo que todas las importaciones de productos del mar tengan documentación de captura que demuestre que fueroas capturado legalmente, implementando trazabilidad de la cadena, y hacer de la transparencia una condición de importación”.

En cuanto al puerto al que se dirigieron los barcos que apagaron el sistema de monitoreo, Oceana identifica nuevamente a Uruguay como uno de los principales destinos. “De las embarcaciones con brechas AIS, el 31% de ellas visitó el Puerto de Montevideo, Uruguay, al final de su viaje. Este puerto supuestamente ha sido favorecido por embarcaciones que realizan actividades ilegales”, se escribió en el informe.

«Nuestros océanos necesitan protección, no la pesca imprudente de China y otras flotas de aguas distantes», dijo Marla Valentine, directora de la campaña de pesca ilegal y transparencia de Oceana. “Este es solo un ejemplo de cómo las flotas pesqueras de aguas distantes no reguladas pueden aprovechar la falta de transparencia y aplicación en el mar. Cada vez es más evidente que los intereses de la pesca comercial china son de gran alcance y no tienen fronteras; el mundo no puede permitirse ignorar los impactos masivos de flotas como esta en nuestros océanos. El uso constante de dispositivos AIS en todos los barcos pesqueros es esencial para la transparencia en el mar y la trazabilidad en la cadena de suministro de productos del mar «, concluyó.

El aporte de Oceana contribuye a visibilizar con datos generales el comportamiento de la flota extranjera en el Atlántico Sur y seguir estableciendo patrones de comportamiento de quienes realizarían pesca ilegal, no declarada y no reglamentada en aguas internacionales, donde la pesca olímpica y depredadora, asociada a la explotación humana, es la regla que la rige. (Fuente Revista Puerto)

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