La legisladora del FdT, María Inés Grandoso, impulsa una ley que establece la obligación de poner cartelería alusiva y restringir los espacios para fumadores a un radio de cinco metros alrededor de los receptáculos que deberán ser especialmente dispuestos en las costas. Se intenta evitar la contaminación ambiental que generan las colillas y concientizar sobre la nocividad del cigarrillo en la salud humana.
Las playas rionegrinas, tanto en el mar como en los ríos y lagos, serán declaradas “Libres de humo” si prospera el proyecto de ley de la legisladora María Inés Grandoso, que limita la posibilidad de fumar en las costas a algunos espacios especialmente identificados con cartelería obligatoria.
La norma que impulsa la parlamentaria viedmense instruye al Ejecutivo Provincial, a través de la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sustentable y Cambio Climático, a colocar carteles que expresen la leyenda “ZONA LIBRE DE HUMO” en el ingreso a las playas, los balnearios del sector público y en las instalaciones concesionadas para prestaciones de servicios turísticos.
En cada una de las playas y balnearios debe colocarse como mínimo un receptáculo para depositar las colillas de los cigarrillos, acompañado de un cartel que delimite la superficie donde se puede fumar. Los fumadores y las fumadoras sólo podrán ejercitar ese hábito dentro de un radio de cinco metros de los receptáculos mencionados. Los mismos son destinados exclusivamente para depositar las colillas de cigarrillo, no pudiendo ser utilizado para otro fin.
Los municipios y comisiones de fomento podrán determinar la manera de hacer efectiva la prohibición conforme las características de la zona en la que se deba implementar. Los receptáculos también deberán tener una leyenda alusiva al daño que ocasiona el cigarrillo en la salud y en ambiente.
La Secretaría de Ambiente será la encargada de coordinar acciones con cada municipio y comisión de fomento, efectuar acciones de concientización difundiendo el cuidado a la salud y el ambiente, regular y coordinar acciones junto a organizaciones ambientales, sociales o instituciones, efectuar campañas de difusión y concientización sobre el cambio climático, el cuidado del ambiente y la limpieza de las playas y fiscalizar el cumplimiento de la ley en playas, ríos y espejos de agua cuya competencia territorial sea provincial.
Por su parte, los municipios y comisiones de fomento, harán lo propio en los espacios de su jurisdicción, para lo cual sancionarán la normativa pertinente, mediante la adhesión a la ley que se propone.
“El consumo de cigarrillos afecta al consumidor directo y a las personas que se encuentran cerca, pero también al ambiente, ya que el aire, el agua y el suelo se ven perjudicados”, afirmó la autora del proyecto.
“Desde su producción hasta su depósito final el cigarrillo contamina los recursos naturales, genera incendios forestales, provoca pérdida de biodiversidad, deforestación de bosques y selvas, aumento del cambio climático y mala calidad del aire urbano”, agregó Grandoso.
Las colillas son el tipo de basura más común en todo el mundo, con un estimado de 4.5 billones anuales, estas generan una carga ambiental con tendencia a aumentar. Los residuos que se pueden encontrar en ellas incluyen, pesticidas, herbicidas, insecticidas, fungicidas y rodenticidas, además de 4.000 sustancias químicas que pueden ser introducidas al medio ambiente a través de las partículas de alquitrán que tienen los cigarrillos quemados. Se incluye entre estas sustancias dañinas el monóxido de carbono, cianuro, hidrogeno, óxidos de nitrógeno, policíclicos hidrocarburos aromáticos, amoniaco, acetaldehído, formaldehido, benceno, fenol, argón, piridinas y acetona.
Las colillas concentran las sustancias tóxicas del humo. Generalmente se tiran al piso y cuando llueve son arrastradas a las alcantarillas y a las fuentes de agua que luego consumimos todas y todos. Estas pueden tardar hasta 25 años en degradarse.
“Son el principal residuo contaminante de las playas a nivel mundial, y son la primera causa de basura en los océanos”, manifestó Grandoso. Finalmente, hizo hincapié en la necesidad de concientizar sobre el daño en la salud humana que provoca el cigarrillo.