En medio de un clima de incertidumbre, la investigación sobre el brutal ataque a Mariana Carla Anaya, encontrada con una fractura de cráneo en la ex Galme Pesquera, parece estancarse.
En una serie de procedimientos llevados a cabo por personal de la Comisaría 10ma en la tarde de ayer, poco se logró avanzar en esclarecer el suceso.
El allanamiento, autorizado por el juez Corvalán a solicitud del fiscal Arbués, se centró en un domicilio en el barrio Ceferino y un campo en la zona rural. Según fuentes policiales, se recolectó información que apunta a que la víctima habría estado en compañía de individuos cercanos a su círculo social, lo que impulsó estas acciones.
Durante la diligencia, se requisó un vehículo, se incautaron dos teléfonos celulares y prendas de vestir, en busca de cualquier pista que pueda arrojar luz sobre el caso. Indicaron que los propietarios colaboraron en todo momento. Asimismo, las autoridades esperan que los peritajes sobre estos elementos proporcionen algún indicio relevante.
Sin embargo, hasta el momento, no se ha producido ninguna detención ni se ha señalado a ningún sospechoso específico. La causa judicial, que lleva la carátula «Comisaría 10° s/investigación lesiones graves» desde el día del incidente.
Por otro lado, intentaron tomar declaraciones en el día de ayer a la víctima, pero aún no pudo relatar lo sucedido en la madrugada del domingo.
