PRONO DOLOROSO O “CODO DE NIÑERA”





El “Prono doloroso” es un cuadro de dolor agudo que se produce como consecuencia de un “tirón” en un brazo en un niño menor de 5 años, que comienza repentinamente con dolor y llanto. Esa tracción de la mano del niño produce una “subluxación” (salida de su lugar)de la cabeza del radio a nivel del codo, que se “sale” del anillo de contención (ligamento anular).

Es muy común que, estando el niño tomado de la mano, se tire al suelo y quede “colgado” de la mano de un adulto. En otros casos, caminado por la calle de la mano, quien lo lleva lo levanta del brazo para ayudarlo a subir el cordón de la vereda.

¿Cómo se diagnostica?

Los niños con prono doloroso, suelen reconocerse fácilmente por su presentación clínica, es característica la inmovilidad del miembro superior afectado, la posición del  brazo cerca del cuerpo y antebrazo pronado (con la palma hacia dentro)con el codo en flexión. En la mayoría de los casos, se refiere el antecedente de que los padres o los cuidadores “tironearon” del antebrazo del niño para evitar que se cayera o se fuera tomándolo de sus manos.

Siempre es importante que un médico constate que no exista ninguna fractura. El interrogatorio es suficiente para sospechar la presencia de un prono doloroso, porque nunca hay un antecedente traumático y casi siempre hubo una maniobra de tracción, a partir de la cual se generó el cuadro de dolor. Si se sospecha un traumatismo se solicitará una radiografía.

¿Cuál es su tratamiento?

El tratamiento se realiza mediante la reducción manual de la subluxación a través de maniobras   que se llevan a cabo en consultorio sin necesidad de anestesia. No es necesario hacer ningún tipo de inmovilización si es el primer episodio y el tratamiento no se retrasa. No tiene complicaciones graves, aunque en niños que han sufrido una pronación puede existir una tendencia a repetirse en más ocasiones.

La forma de prevenir este tipo de lesiones es evitar el tironeo de los brazos de los niños. Siempre que sea necesario levantar al niño, es recomendable hacerlo sujetándolo bajo las axilas.

Dr. Edgar Torres, traumatólogo, Hospital A. Serra.

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