San Antonio Oeste: los condenaron por narcomenudeo pero no irán a prisión

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Tres integrantes de una red de distribución de narcomenudeo entre Las Grutas y San Antonio Oeste, fueron condenados a dos años de prisión en suspenso, por tenencia de estupefacientes para su comercialización, en una audiencia con la justicia federal de Roca.


Un hombre y dos mujeres, todos mayores de edad, quedaron en libertad condicional, al someterse al juicio abreviado, en el que aceptaron su culpabilidad, por la tenencia de 944,24 gramos de marihuana y 1310.86 gramos de clorhidrato de cocaína luego de dos allanamientos realizado en los domicilios tanto en la villa balnearia como en la localidad sanantoniense.

En ambos lugares se utilizaban, según consta en el fallo, como lugares dónde fraccionaban y posteriormente distribuían.

En los procedimientos se secuestraron además aparatos de telefonía móvil, otros chips de celular, pendrives, balanzas de precisión, dos notebooks, una caja fuerte con sus llaves y dinero en efectivo de curso legal y extranjero.

La importante cantidad de dinero secuestrado fue destinado favor del Hospital Artémides Zatti de la ciudad de Viedma.

Todos los condenados deberán someterse al cuidado y fiscalización del Instituto de Liberados o Juzgado de Paz más cercano a su domicilio en forma cuatrimestral y realizar algunas tareas comunitarias, como también se les impusieron pautas de conducta.

Las Grutas: defendió a la madre de su hermano borracho

En Las Grutas, una madre que tiene que lidiar con las adicciones de sus hijos, tuvo que llamar a la policía para encontrar algo de paz. Situaciones que vive a diario, pero que esta vez pasaron más que un límite.

Según denunció, ella estaba con uno de sus dos hijos desayunando, cuando de repente, cerca de las 8 de la mañana, ingresó a su propiedad el otro, en estado de ebriedad y totalmente agresivo para con ella y su hermano.

Sin mediar palabras le quiso pegar a ella, el otro se metió en el medio para defenderla, y allí comenzó una pelea de puños y empujones entre los hermanos. Una batalla campal, en la que rompieron muebles y todo lo que estaba en el lugar por los empujones.

Ella intentó separarlos, recibió algunos golpes en el forcejeo, y no tuvo más remedio que llamar al 911. Según contó, el chico es una buena persona, pero que tiene problemas de alcoholismo y cada vez que toma de más se vuelve agresivo.

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