Si bien algunos siguen obteniendo el recurso, ya no es la misma cantidad que semanas atrás. Aún no se tienen los datos de las toneladas extraídas, pero es ampliamente superior a los últimos dos años.
Incluso el crustáceo apareció en el golfo mucho antes de lo esperado y no hubo conflictos gremiales sustanciales, solo en el mes de octubre cuando el SOMU se sentó a negociar con la Cámara de Armadores, tras tensos cruces, pudieron salvar las diferencias.
Respecto a la producción en las plantas pesqueras, el proceso se incrementó, asimismo esperan que la temporada de alta mar que arranca en breve, también puedan trabajar de la misma manera, aunque se sabe que no es la misma frecuencia de la provincial.
A diferencia del año pasado, el saldo más que positivo, no tuvieron el inconveniente las industrias por el tema del Covid, como aconteció en algunas en septiembre del 2020.
Aún sigue siendo una alarma lo que sucedió con el pesquero “Golfo Azul”, el hundimiento en plena fiebre del “oro rojo” que no pasaban 24 horas que los barcos salían a pescar nuevamente en los manchones de alta mar.
La zafra exitosa, dejó también muy buenas perspectivas económicas al sector artesanal Los mismo se vieron con problemas al promediar la temporada con las requisitorias establecidas por la resolución de Prefectura Naval y la cual hoy aún se mantiene el diálogo para continuar solucionando la situación del sector.
Por otra parte, el INIDEP sigue advirtiendo que los niveles de explotación pesquera de esta manera, pueden producir una baja para la próxima temporada. Algo parecido que ocurrió tras el éxito del año 2016 dónde se vio afectada la abundancia del recurso en las aguas del Golfo San Matías.
Este escenario pone en evidencia la necesidad de equilibrar la explotación pesquera para poder proyectar años de buenas capturas a futuro y la puesta en marcha de un plan de manejo que las autoridades pesqueras deben poner en marcha.
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