“Deben cuidar a los pequeños menores de cinco años como los ancianos, vigilar las cosas que le dan de comer, sobre todo con el verano y la falta de cadena de frío con los cortes de luz” señaló el bioquímico Carlos Torres que confirmó a este medio sobre el pequeño de tres años que derivaron a Bahía Blanca tras detectarle Sindrome Urémico Hemolítico.
“Este niño de fue atendido el martes y de inmediato se puso en marcha el protocolo correspondiente, por eso es necesario tomar en cuenta las recomendaciones” mencionó el profesional que los alimentos deben estar bien cocidos y fijarse que le dan de comer «es posible que le den por ejemplo un choripán y quizás no se finalizó de cocinar del todo».
Justamente el día de ayer, desde el Ministerio de Salud se brindó una serie de recomendaciones para llevar una alimentación sana y saludable durante esta época del año, debido a los dos casos que fueron diagnosticados en lo que va del año.
La Coordinación de Epidemiología en conjunto con la Coordinación de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, a través de sus referentes locales realizaron la investigación de cada situación y a su vez, volvieron a dar las recomendaciones necesarias para prevenir este síndrome, que se trata de una enfermedad transmitida por alimentos contaminados con un tipo específico de la bacteria Escherichia coli, la cual se encuentra frecuentemente en el intestino del ganado bovino y otros de granja.
La principal forma de contagio es mediante el consumo de carne picada insuficientemente cocida, leche no pasteurizada, frutas y verduras lavadas con aguas contaminadas u otros alimentos contaminados. También se puede contagiar de persona a persona por la falta de higiene en las manos.
Principalmente afecta a niños y ancianos, aunque los adultos también pueden padecerla, especialmente aquellos que tengan su sistema inmunológico deprimido.
Cabe recordar que esta enfermedad se manifiesta con una diarrea, a veces con sangre, fiebre y/o vómitos, decaimiento y deshidratación, luego evoluciona hacia la colitis hemorrágica con una duración de cuatro a seis días, el paciente rápidamente se torna pálido y anémico. Puede presentar complicaciones evolucionando hacia el SUH presentando fallas en la función de los riñones. La enfermedad puede ser muy grave.
Mientras estos síntomas persistan evite manipular y/o preparar alimentos y acuda al centro de salud más cercano.
Medidas de prevención
Esta enfermedad al igual que la mayoría de las enfermedades de transmisión alimentaria se puede prevenir:
· Utilizar agua potable para beber, higienizarse y preparar alimentos (si no cuenta con agua de red potabilizarla con una gota de lavandina por litro de agua y dejar reposar durante 30 minutos).
· Cocinar muy bien todo tipo de carnes (en especial la carne picada), hasta la desaparición total de jugos y color rosado.
· Lavarse correctamente manos luego de manipular carne cruda, después de ir al baño, tocar animales y antes de comer. En caso de que un adulto presente síntomas gastrointestinales, extremar esta medida y en lo posible no elaborar alimentos.
· Lavar y desinfectar todos los utensilios en contacto con carne cruda: tablas de picar, cuchillos, cubiertos, etc. Para desinfectar utilizar una parte de lavandina por nueve de agua.
· Consumir leche y jugos pasteurizados y conservados en frío.
· Descongelar los alimentos en la heladera. Nunca deben quedar los alimentos más de dos horas a temperatura ambiente. Además, al colocar carne en freezer, evitar el contacto con hielo, ya que el mismo puede contaminarse y enfermarnos al utilizarlo.
· No dejar enfriar los alimentos cocidos a temperatura ambiente, clocarlos en la heladera lo antes posible. No congelar alimentos una vez que hayan sido descongelados.
· Lavar bien frutas y verduras antes de consumirlas.
· En caso de usar piletas (lona, plástica, inflable, fibra vidrio, etc.), cuidar el agua. Colocar lavandina “común” ó “concentrada” a razón de 50 ml cada 1000 litros de agua. Esto equivale a diez tapitas de la botella de lavandina o cinco tapas del bidón. Las lavandinas perfumadas o “aditivadas” no sirven para piletas.
· Colocar esta dosis a diario, y preferentemente de mañana, además cambiar el agua cinco a diez cm día por medio. Los niños o adultos con síntomas de gastroenteritis NO deben ingresar a la pileta ya que pueden contaminar el agua y enfermar a los demás.
Es importante también que todos los manipuladores de alimentos, ya sean fábricas, restaurantes, comedores, transportistas, etc., tomen conciencia de lo grave de esta enfermedad y respeten las buenas prácticas de manufactura a los fines de cuidar la salud de los consumidores, en especial los niños.
Ante la aparición de alguno de los síntomas antes mencionados, consultar rápidamente al médico y nunca automedicarse.
Extremar las medidas de higiene y procedimientos en todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción agropecuaria en la granja hasta la elaboración, fabricación y preparación de los alimentos en las cocinas tanto de establecimientos comerciales como de los hogares.