La crecida extraordinaria del mar y el viento sur que generó olas de 2 metros no alcanzaron para que las personas respeten las banderas de mar peligroso. El trabajo de los Guardavidas de Las Grutas fue incesante y, afortunadamente, no hubo víctimas fatales.
Las corridas de los 39 Guardavidas que integran el servicio de Las Grutas fueron incesantes el pasado fin de semana a pesar de las condiciones de marea extraordinaria de 9 metros y un viento Sur que provocó olas de más de 2 metros: en solo dos días, hubo cerca de 30 rescates.
La actividad se concentró en las 5 bajadas del centro que estuvieron abiertas porque, con Pleamar el resto permanecieron cerradas porque no queda playa.
El coordinador del Servicio de Guardavidas de San Antonio y Las Grutas, Mauro Scalesa, contó que algunas personas «desafiaron a las olas y a la bandera roja y negra de mar peligroso».
«A pesar de haber estado advirtiendo y con bandera de mar peligroso, la verdad es que estas personas se arriesgaron mucho este fin de semana», señaló.
Scalesa informó «sacamos 28 personas, por suerte todas en buen estado aunque algunas con alguna cuestión emocional».
Al respecto, sostuvo que si bien estuvo el equipo completo -de 39 guardavidas- para garantizar el servicio, hubo momentos en los que analizaron colocar la bandera Roja y prohibir el ingreso al mar.
«Nosotros tenemos turnos que arrancan a las 10 de la mañana y los primeros se van a las 16. Esos no se fueron. Se recargó al personal para dar un buen servicio a la tarde que era cuando estaba la Pleamar. En general no ponemos la bandera roja salvo que algo sea extraordinario. Pero ya estábamos analizando la prohibición de baño porque se nos estaba complicando a nosotros porque no estábamos dando respuesta rápidamente a la demanda de toda la playa», agregó.
Con 30 años de experiencia en las playas de Las Grutas, Scalesa confió que en el momento del rescate «la situación te desborda» dijo a Radio Seis.
«Vos vas, sacás a la persona y lo único que querés es que salga caminando. Y ya te ponés a mirar el resto de la gente. No hay tiempo para hablar. A mí personalmente me gustaría cagarlos un poco a pedos porque no entienden que arriesgaron su vida. Por más que esté el guardavidas, eso no implica que del susto mismo no te vaya a agarrar un paro o lo que sea», subrayó.