Este lunes Sebastián Cuattromo, cofundador de la asociación civil Adultxs por los derechos de la infancia de la ciudad de Buenos Aires, dialogó con InformativoHoy sobre el tema de sus charlas “Hablemos de abuso contra la infancia” tras su paso por San Antonio Oeste.
Sebastián explicó que con un grupo de compañeros fueron abusados a comienzos de los años 90 por Fernando Picciochi, de 26 años; un religioso y docente del colegio marianista de la Ciudad de Buenos Aires. “Fue a mis 13 años, y me llevó mucho más poder exponer el tema” dijo que la rigidez de sus padres y el resto de su familia no tenía el contexto de confiabilidad “ni en mi casa, ni en el colegio encontraba lugar que me permitieran hablar y contar lo sucedido”.
En el año 2012, el abusador fue condenado a 12 años de cárcel por “corrupción de menores calificada reiterada”. Luego fue ratificado por la Corte Suprema de Justicia, sin embargo, el religioso logró que le aplicaran la ley del 2×1, vigente cuando cometió los delitos, y le otorgaron la libertad.
Las estadísticas muestran lo difícil y cotidiano de este crimen. 1 de cada 5 niños/as sufre abuso. De cada mil casos, sólo 100 llega a la justicia. De esos 100 sólo 1 termina en condena.
“A nivel social se avanza en la visibilización pública de estas injusticias, la toma de conciencia crítica, la implicancia colectiva. Este es un movimiento colectivo que no para de crecer y vamos enfrentando el silencio, el ocultamiento y el tabú que ha sido y sigue siendo el abuso sexual contra la infancia en nuestra sociedad
En los casos de abuso sexual pesa sobre las víctimas una sensación de vergüenza y miedo a hablar porque sienten que si lo hacen van a desarmar a la familia. “Por eso es muy importante que las familias generen un ambiente de diálogo y confianza para que el niño pueda contar lo que le pasa sabiendo que va a ser apoyado y contenido”, explicaron.
“Es altísimo el nivel de impunidad de quienes hacen esto. A nivel nacional, en líneas generales, nos encontramos siempre con el mismo estado de impunidad, de profunda revictimización, hacia las víctimas, de múltiples violencias y malos tratos institucionales”.
La gente empezó a comunicarse con él para compartir sus propias historias de victimización social en la infancia y en la adolescencia o sus historias en el presente como adultos tratando de luchar y defender a niños víctimas. En ese contexto conoció a Silvia Piceda, que venía luchando como mamá, tratando de defender a su hija, frente a un progenitor abusador y frente a la injusticia que predomina en el poder judicial respecto a niños y niñas y adolescentes víctimas de abuso sexual.
“En 2012 cuando empiezo a contar mi historia en los medios, me hice un Facebook y empezaron a llegarme historias de muchísima gente que lo había padecido de niños o de adultos que querían proteger a niños que estaban pasando actualmente por esa situación. Por eso decidimos hacer la ONG, para que tengan un lugar donde puedan asistir y ser escuchado por sus pares”.
AUDIO DE LA ENTREVISTA