Mauro Scalesa, jefe de guardavidas del municipio de San Antonio, se refirió a los incidentes que requirieron la intervención de los guardavidas, incluyendo un caso grave en la Primera Bajada que puso en evidencia los riesgos asociados a las actividades en el mar.
Scalesa explicó que, a pesar de la importante cantidad de gente que llegó a la ciudad incluso atraídos por diferentes eventos, las playas se mantuvieron relativamente tranquilas. Una de las razones fue el horario de la pleamar, que ocurrió alrededor de las 20 horas, lo que permitió que el mar estuviera en su punto más bajo durante la tarde. «A las dos de la tarde ya teníamos la marea baja, así que todo estuvo realmente tranquilo», comentó Scalesa.
No obstante, los guardavidas tuvieron que enfrentar situaciones cotidianas, como descompensaciones y problemas en el canal. Además, Scalesa destacó un incidente grave que ocurrió a mitad de semana en la Primera Bajada, donde una persona de aproximadamente 30 años resultó gravemente herida al impactar contra el fondo marino mientras jugaba con las olas. «La persona quedó inconsciente bajo el agua y aspiró líquido, lo que complicó su estado», explicó Scalesa. Afortunadamente, el equipo de guardavidas actuó rápidamente, rescatando a la víctima y trasladándola al Hospital de Las Grutas, donde fue internada y se recuperó satisfactoriamente.
Otro tema que preocupa a los guardavidas es la presencia de pescadores en zonas no autorizadas, lo que representa un riesgo para los bañistas. Scalesa recordó un incidente ocurrido hace un mes en los acantilados, donde un niño sufrió una herida grave en el pie al pisar una estaca de hierro utilizada por los pescadores para amarrar espineles de tiburones. «Esas estacas quedan clavadas en la roca y, cuando no hay arena, no se ven bajo el agua. Es un peligro constante», advirtió.
Aunque este tipo de incidentes no es común, Scalesa señaló que los guardavidas están atentos a estos riesgos y trabajan para prevenir accidentes. «Siempre hay una novedad lamentable, pero hacemos lo posible para mantener las playas seguras», afirmó.
Scalesa también aprovechó la oportunidad para reiterar un pedido que viene realizando desde hace tiempo: la necesidad de ampliar la cobertura de guardavidas en otras playas de la región, como por ejemplo en la Mar Grande. «Ojalá que el próximo año podamos contar con guardavidas en Mar Grande y otros sectores que lo necesitan», expresó. Este pedido no solo ha sido planteado por el municipio, sino que también forma parte de un proyecto presentado a nivel provincial para mejorar la seguridad en las playas.
En general, estos últimos fines de semana en las playas de San Antonio transcurrieron sin mayores complicaciones, gracias al trabajo coordinado de los guardavidas y las condiciones favorables del mar. Sin embargo, los incidentes ocurridos sirven como recordatorio de la importancia de mantener medidas de seguridad y prevención, especialmente en una temporada turística que atrae a miles de visitantes.
Scalesa agradeció a los turistas y vecinos por colaborar con las indicaciones de los guardavidas y reiteró su compromiso de seguir trabajando para garantizar la seguridad en las playas. «Siempre estamos atentos a cualquier situación, pero también necesitamos el apoyo de todos para evitar accidentes», concluyó.
