Este miércoles, la Asociación de Trabajadores de la Salud Pública de Río Negro (ASSPUR) inició una jornada de protesta en todos los hospitales de la provincia, en reclamo por las precarias condiciones laborales, la falta de insumos, la escasez de personal y los bajos salarios que afectan al sector. La medida, que no incluye un paro total de actividades, busca visibilizar la crítica situación que atraviesa la salud pública en la región.
Sergio Díaz, delegado gremial de ASSPUR en el hospital Violeta Villalobos de Las Grutas, explicó en una entrevista los motivos que llevaron a esta movilización. “La realidad es que las políticas de salud implementadas por este nuevo gobierno están claramente orientadas a desfinanciar la salud pública, lo que repercute en todos los hospitales, aunque en mayor medida en algunos que en otros”, señaló Díaz.
El delegado gremial destacó que, si bien cada hospital tiene realidades distintas según su localidad y complejidad, todos enfrentan problemas comunes, como la falta de insumos, la escasez de especialistas y la necesidad de derivar pacientes a centros de mayor complejidad. “Estamos supliendo esas necesidades con el recurso humano que tenemos, pero se complica todo. La carencia es la palabra que define la situación actual”, afirmó.
Díaz también criticó la falta de inversión en mantenimiento de equipos y la derivación de recursos hacia el sector privado. “El lineamiento del ministerio está claramente orientado a lo privado. Los recursos que deberían destinarse al mantenimiento de los servicios y la aparatología se usan para pagar cuestiones que no se pueden hacer en el hospital por falta de recursos humanos o insumos”, denunció.
Uno de los puntos centrales del reclamo es la necesidad de una paritaria sectorial para los trabajadores de la salud pública. Díaz explicó que, a diferencia de otros gremios estatales, los trabajadores de la salud enfrentan condiciones laborales específicas que no son contempladas en las negociaciones salariales generales. “Nuestra profesión tiene características especiales que hacen que sea distinta. Necesitamos una paritaria sectorial para plantear no solo lo salarial, sino también nuestras condiciones de trabajo”, sostuvo.
En cuanto a los salarios, el delegado gremial señaló que el sueldo mínimo de ingreso al sector debería ser equivalente al valor de la canasta familiar, que actualmente ronda los $1.600.000. Sin embargo, muchos trabajadores no alcanzan esa cifra, lo que agrava la situación económica de las familias. “Hemos naturalizado que nuestro salario dependa de las guardias y horas extras, pero eso implica una sobreexplotación encubierta”, afirmó Díaz.
La protesta de este miércoles no incluye un paro total de actividades debido a las presiones y amenazas que reciben los trabajadores. “Hay miedo a participar porque el gobierno ha amenazado con descuentos y despidos. Incluso se intentó dejar sin trabajo a 23 compañeros recientemente”, relató Díaz. A pesar de esto, la jornada busca visibilizar el descontento del sector y exigir un diálogo con las autoridades para mejorar las condiciones laborales y salariales.
Díaz concluyó con un llamado a la reflexión sobre el futuro de la salud pública en Río Negro. “Necesitamos brindar una salud pública de calidad para todos, sin que los trabajadores tengamos que suplir las carencias de especialidades, insumos o aparatología. No podemos seguir naturalizando esta situación”, expresó.