Una pena unificada de 50 años de prisión requirieron hoy los representantes del Ministerio Público Fiscal, Juan Pedro Puntel y Yanina Estela Pasarelli para un hombre que fue encontrado culpable del abuso sexual de diez menores de edad.
Hoy concluyó el segundo juicio en su contra, con la audiencia de cesura en la que las partes requirieron el monto de pena y argumentaron las razones de tal pedido.
Los alegatos comenzaron con la palabra de la acusación que detalló cada uno de los aspectos que, a su entender, agravan la pena prevista para el hombre quien fue hallado culpable de 16 hechos de abuso sexual contra 8 víctimas.
La gravedad de los hechos, la cantidad y la repetición de los mismos por un lapso de tiempo que en algunos casos llegó a extenderse por años, sumado a la diversidad de delitos que van desde las exhibiciones obscenas y de pornografia hasta el abuso sexual con acceso carnal a cinco de los niños, fueron los principales agravantes.
La acusación habló además de otros factores como la relación de confianza casi paternal que el hombre generaba con las víctimas ante quienes se mostraba como una “persona afectuosa, cordial y solidaria, preocupada por el bienestar de ellas”, lo que le permitía cometer los hechos.
“La oralidad fue su fuerte. Utilizó esa habilidad y se aprovechó de la edad y la inexperiencia de los que para consumar y extender los hechos en el tiempo, procurando su impunidad”, destacó la Fiscalía.
Además – dijeron- “hubo un aprovechamiento de las necesidades de sus víctimas: suplía sus carencias ya que todos ellos venían de familias en las que la figura paterna estaba ausente y la madre trabajaba durante gran parte del día para sostener la economía familiar”.
Mencionaron también la extensión del daño y el peligro causado, recordaron que en debate todas las víctimas manifestaron “angustia, vergüenza, impotencia y malestar. Los hechos destruyeron sus vidas y la de su familia llegando incluso muchos de ellos a intentar quitarse la vida”.
“No encontramos atenuantes que permitan reducir el monto pretendido por lo que solicitamos 48 años de prisión efectiva. Teniendo en consideración que el hombre ya se encuentra cumpliendo una pena de 20 años por este mismo tipo de delitos, vamos a solicitar que se lo condene al máximo posible de 50 años de prisión”, finalizaron.
La querella, representada por Ana Schiavone pidió en tanto 50 años de prisión y que los mismos se sumen a la condena de 20 que se encuentra cumpliendo en el Complejo Penal de Viedma.
La Defensa de hombre estuvo representada por los Defensores oficiales Pedro Vega y Juan José Alvarez Costa quienes enfatizaron en la ilegalidad de la pena requerida por la querella y cuestionaron diversos aspectos, también, del alegato fiscal.
Comenzó Vega corrigiendo imprecisiones de la Fiscalía, negó que el hombre tuviera antecedentes al momento de cometer estos hechos, cuestionó la mención de la fiscalía a la extensión temporal de los hechos y explicó que la edad de las víctimas no es un agravante extra al delito que ya fue imputado mientras que “se considera como agravante aquellas circunstancias ajenas a aquel delito endilgado”.
Finalmente destacó que “la afectación psicológica de la que habla la acusación está construida en conjeturas ya que ellos no fue expresado en la audiencia por la psicóloga que los examinó, la única que está capacitada para mensurar el daño producido”. Luego de ello solicitaron la unificación de las penas en los 20 años que se encuentra transitando el hombre.
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