Se habría confirmado que un residente de SAO abusó sexualmente de un animal indefenso. Las acusaciones fueron respaldadas por pruebas contundentes, incluyendo muestras citológicas que confirmaron el abuso sufrido por la perrita llamada Santa. Esta situación ha desencadenado una profunda indignación en la comunidad.
El individuo, identificado y de apellido Acosta, ha sido objeto de múltiples denuncias por parte de vecinas pertenecientes al grupo de protección animal Kallejeros.
A pesar de las denuncias previas, las autoridades judiciales han declarado a Acosta como inimputable, lo que ha generado una creciente frustración entre los afectados y defensores de los derechos de los animales. Además, se señala que Acosta ha sido acusado en repetidas ocasiones de abusar de otros animales, especialmente perros de raza y de gran tamaño, como es el caso de Santa, una cruza de dogo con galgo.
La situación se agrava al conocerse que Acosta no limita sus actos aberrantes a su hogar, sino que también los perpetra en lugares públicos. Sin embargo, la falta de una orden judicial ha impedido que las autoridades policiales intervengan, a pesar de las repetidas denuncias.
El horror alcanzó su punto máximo cuando, el 16 de marzo, personas valientes lograron rescatar a Santa. Un hisopado reveló evidencia irrefutable del abuso, con muestras citológicas que encontraron semen humano y signos de dilatación y sangrado en la vulva de la perra.
Los vecinos que han denunciado estos actos lamentan la inacción de las autoridades, e incluso algunos afirman ser objeto de hostigamiento por parte de Acosta. Temen que la impunidad de este individuo pueda desencadenar situaciones aún más graves, extendiendo el alcance de su depravación más allá de sus acciones hacia los animales y hacia las personas.
Esta escalofriante revelación ha provocado un llamado urgente a la acción por parte de la comunidad, exigiendo justicia para Santa y medidas para prevenir futuros abusos por parte de individuos como Acosta.
