Editorial: Revuelto Gramajo

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La grieta política si bien cansa en la mesa de los argentinos, llegó a un punto en la provincia de Río Negro, según las encuestas últimas conocidas, que actualmente prefieren al partido provincialista hoy gobernante, que a los otros.

“La ancha avenida del medio” como suelen llamar los analistas políticos, se hace notorio al menos en esta región de la Patagonia.

Los líderes de JSRN miden muy bien. El otro que se mete en el medio de esas mediciones con alto porcentaje, es al diputado Aníbal Tortoriello, cada vez más presente en el tiempo vislumbra la contienda contra Alberto Weretilneck.

Muchos saben del afianzamiento del poder de actual gobierno provincial, el partido fundado por el senador encarna lo que señalamos, esa vía central entre los antagonistas de JxC y el FdT.

Es por eso que “coqueteos” con el partido gobernante tenemos y tendremos en lo que será este año político por parte de varios que buscan ese nuevo lugar “bajo el sol”.

Se observa a nivel provincial y local, hay actores de la política que arman bloques propios, se cruzan de partidos o hacen alianzas con el provincialismo, simplemente para permanecer y no quedarse sin futuro.

La llamada “Borocotización” en política tuvo un pionero, el médico Lorenzo Borocotó, le dio el apellido a la acción de pasarse de un partido a otro, una pirueta que hoy es tendencia y nadie se ruboriza.

Esta semana observamos como el oficialismo de JSRN en el Concejo Deliberante de San Antonio Oeste, dio de manera expedita, un nuevo bloque a dos concejales que estaban en la oposición. Lo mismo ocurrió a nivel provincial con tres legisladores que estaba en el FDT y ahora incluso uno de ellos está dentro del Consejo de la Magistratura.

Si se trata de dividir a los opositores, con celeridad superan en tiempo récord los escollos administrativos que genera la creación de estos nuevos espacios. Por ejemplo, la presidente del cuerpo colegiado local tardó dos meses en darle el espacio solicitado a la UCR, mientras a los secesionistas del FDT lo hizo en un santiamén.

Por otro lado, es inexplicable lo del PRO, solo con mirar la nómina en la zona sanantoniense, hay funcionarios en el gobierno de Casadei que son asambleístas, mientras que los otros de la nómina denuestan al gobierno municipal por las redes de manera constante y a veces con severos cuestionamientos.

Así es la política. Es, de alguna manera, una metáfora del Revuelto Gramajo. Si bien no es nada original, los ingredientes son comunes, la mezcla, o la “rosca”, la hace especialmente particular.

Es lo que esta sucediendo, quienes manejan la política en San Antonio Oeste la están llevando hacia dónde quieren, mientras el resto, se pelean por lo poco.

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