La propaganda por el inicio de la temporada viene muy bien, un festival a todo lujo con la presencia de Los Palmeras como broche de oro entre promociones de alojamientos, exposiciones, globas y eventos culturales y deportivos.
Pero en general, las quejas por el estado y por los precios no se hicieron esperar.
Muchos cuestionamientos por las infraestructuras, limpieza de la playa y en las bajadas como falta de ordenamiento en estacionamiento.
Esencialmente el estado de la costanera, la falta de iluminación en varios sectores y algunos baños cerrados también fueron parte de la protesta del público.
Asimismo, también las quejas por los precios, muchos no son acorde a lo que proveen.
Hasta el momento no se evidenció respuestas, ni de prestadores, ni del municipio. En el mismo contexto, cabe mencionar que muchos residentes no limpiaron sus frentes y acumularon basuras, como tampoco los dueños de terrenos hacen los propio, siquiera cortan los yuyales.
En este caso la municipalidad no actúa para multarlos.
La playa un ir y venir de venta ambulante sin control, desde bebidas alcohólicas hasta comida elaborada. También en la peatonal y manteros en diferentes sitios, todos sin habilitación.
Otras quejas: los perros en la playa (invariable anual) como otros reiterados cuestionamientos como falta de riego, de arreglo de arterias, veredas, señalización de calles, forestación entre otras.
Desafíos
Uno es para el gobierno que se va, deberían iniciar labores de modo urgente de cara al inicio de la temporada estival, incluso estas autoridades estarán inaugurando la temporada.
El otro es para el gobierno entrante, que va a tener que hacerse cargo de manera inmediata de toda la logística con el verano en ciernes y con turistas en el destino.
Esperan no se repita a lo largo de la temporada veraniega lo que sucedió este fin de semana largo.
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