Los amparistas, en este caso vecinos de San Antonio y Las Grutas, quienes la semana pasada presentaron un amparo ambiental por la utilización de material resiudual en La Mar grande, tendrá continuidad en la justicia.
“Hágase saber a los amparistas que, en el resguardo al debido derecho de defensa consagrado en el pacto de San José de Costa Rica, deberán presentarse con asistencia letrada para un mejor asesoramiento legal” señala el escrito.
En este caso, la titular del juzgado civil 9 de San Antonio Oeste, la Jueza Vanesa Kodzazuk, aceptó inicialmente el recurso que fue presentado por vecinos y que no utilicen el material residual de la empresa Alcalis de la Patagonia, para futuros rellenos y el usado para el estacionamiento en La Mar Grande.
Se usa el polvillo de las unidades 5000 y 22000 para compactar en una vasta zona para que se use de base y así poder acomodar los vehículos con una disposición diferente a la que se venía haciendo.
Los amparistas incluso señalaron que los días de viento se puede observar el polvillo blancuzco y el mismo afecta las vías respiratorias, cuando está en suspensión, con los vientos patagónicos constantes, produce irritación en ojos y garganta a las personas.
Mediante el amparo desean los firmantes, que no solo se realice la remediación, sino que además se impida usar la calcita en otros lugares.
Era inminente que el juzgado local acepte el amparo, conociendo antecedentes inmediatos. Recordemos que los amparos constitucionales defienden los derechos de las personas, sino que, en este caso para la jueza, debe ser evidente que el acto es ilegal o que no tiene fundamentos razonables.
Para la municipalidad, que deberá comparecer seguramente por pedido de la justicia, había presentado un informe que el producto de ALPAT no es contaminante y que por ello utilizó el mismo.
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