Editorial: de halcones y palomas





Para citar al clásico dicho en política, hay en todos los estados halcones y palomas. Gente de estilos contrastantes en pugna por influir en la dirección que se da al gobierno, y los modos en que se imprime la misma.

Es innegable la fisura en el gabinete de Luis Ojeda. El intendente se ve frente a un nuevo internismo que se generó a partir de concebir una “mesa chica” donde entran solamente pocos funcionarios en la toma de decisiones.

Estos seis, el sector más duro del ejecutivo, tuvieron una derrota esta semana con respecto al canon que se les debe cobrar a las empresas. Habían llegado a un acuerdo para recaudar más, porque señalan que es importante la ganancia que tienen en verano los empresarios.

Es sabido que en política se encuentra aliados impensados a la hora de generar amigos/enemigos, por ello, desde el lado más flexible del ejecutivo, tomaron en cuenta las palabras de Luis Esquivel sobre el voto contrario al aumento del tributo y hubo cruce de llamadas a varios de esos empresarios que alarmados pidieron una inmediata convocatoria con Ojeda. En esa reunión, el intendente se vio avasallado en los reclamos, hicieron retroceder a la mitad el gravamen, con la venia pronta del propio mandatario comunal.

Obviamente el ala dura no se iba a quedar con las manos vacías y solicitaron que se limite aún más la cantidad de permisos ambulantes para empresas. Así se hará.

Dónde surge la profundización de la interna en el gabinete de Ojeda: inicialmente por el decreto 1409 de incremento salarial a funcionarios. Los “halcones” cobrarán un porcentual más que otros por adicional de carga horaria. Eso ofuscó al resto, sobre todo denominado “las palomas” que en un Whatsapp interno que tienen derrocharon bronca contra Ojeda, y sus nuevos y antiguos fieles seguidores (en ese grupo de Whatsapp hay secretarios/as, subsecretarios/as, directores/as y concejales).

Cuando uno observa las capturas de los mensajes se puede dar cuenta que no todo está bien, sino que se avecina un frente de tormenta interno que en cualquier momento puede aflorar y que seguro traerá consecuencias para la gestión a corto plazo.

Por ello Ojeda meterá mano en el gabinete y se prevén cambios en pocos días, sumar más gente “al ala dura”, también se menciona una reestructuración futura de la planta orgánica del ejecutivo, justamente uno de esos “halcones” mencionó que si se va un 50% no solo que no se notará las ausencias, sino que el gobierno funcionará mejor.

Parece que las elecciones con el triunfo del pasado domingo fue el límite de una especie de tregua que comienza a caducar.

De bastiones invictos

San Antonio Oeste se convirtió en un baluarte del justicialismo desde el primer triunfo de Javier Iud en la intendencia en diciembre del 2007 con apenas una diferencia de 345 votos sobre su contendiente de la UCR Alfredo Lasalle (Iud no conoce la derrota ni como legislador, ni como intendente desde ese período).

El ejido compuesto por tres centros urbanos, dos de ellos se comportan de forma ambivalente como son el Puerto de SAE y Las Grutas, sin mucha diferencia sobre el PJ a veces ganan otros partidos, sucedió en las PASOS en la localidad portuario con JSRN y en la general triunfo del peronismo. En la villa balnearia, en las PASOS gana el FPV, pero en las generales Cambiemos. Así fue en el 2015 con JSRN como actor principal (convengamos que con promesa de municipalización).

Exiguos valores numéricos uno sobre otro, casi un empate técnico, mantiene el piso el justicialismo en ambas delegaciones municipales.

San Antonio Oeste es un voto cautivo y conservador. El sanantoniense vota al peronismo porque es actualmente el único que le garantiza acciones correspondientes a sus necesidades, con más o con menos, el estado municipal siempre aparece.

¿Es invencible el peronismo sanantoniense?, la respuesta es No. Muchos señalan que la imbatibilidad se puede quebrar con unidad de todos los frentes partidarios en un solo conglomerado tras una figura importante. Quien pueda aglutinarlos es el que prevalecerá.

Otro es la cuestión del bastión, el FPV ha logrado manejar con habilidad política distintos sectores de la ciudad, se mantiene como organización estable a pesar de las deserciones que no lastimaron la agrupación y la verticalidad.

San Antonio Oeste es el ejido municipal que más creció en los últimos años. Pasó en un lustro del doceavo al séptimo lugar, si continúa a este ritmo de crecimiento poblacional, en el 2023 estará a tiro de los cinco circuitos más poblados de Río Negro. Para tener en cuenta, en esta elección votaron casi 20 mil sufragantes.

Las elecciones del 22 de octubre marcó el decimosexto triunfo consecutivo del Partido Justicialista en el ejido sanantoniense. Hay elevadas posibilidades que continúe así: le resta gobernar estos dos años, una responsabilidad que le cabe a Ojeda, quien debe mejorar sustancialmente la gestión.

De huérfanos y errores

Weretilneck continúa en el camino del yerro político. Imposible pensar que mencione que no “habrá re-re” ni cambio constitucional, con esto puede provocar una diáspora en su novel partido. Obviamente “los polarizados” PJ-Cambiemos invitaron a que regresen algunos.

Hoy Martín Soria se erige como candidato natural. El apoyo a su hermana en las urnas evidenció que el intendente roquense tiene ahora un poder real, a pesar de la “ola amarilla” que inundó el país. Como pocos pudo surgir en la polarización con una enorme diferencia de sufragios.

A pesar de esa distancia en los votos, Wisky se lanzó a gobernador y dejó de lado toda posible alianza con JSRN. Los votos de Weretilneck no favorecieron del todo a la alianza gobernante nacional, sino que terminó catapultando a Soria como el rival a vencer.

La noche del domingo pasado sumió en un papel terriblemente desolador al mandatario provincial. Huérfano en la derrota, ahora solo piensa como rearmar el poder.

Carlos Aguilar @caa174

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