El secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), Juan Ortiz, se refirió con preocupación al estado actual de la actividad pesquera en la región y cuestionó la falta de un plan de trabajo concreto por parte de la Subsecretaría de Pesca.
“Lo que le duele a la gente de la pesca es que no entró un subsecretario con un programa de trabajo. No hay una estrategia para reactivar la producción ni para organizar el empleo”, expresó.
Ortiz señaló que, pese al diálogo con el ministro de Producción de Río Negro, Carlos Banacloy, aún no hay respuestas claras para los trabajadores. “Sabemos todo lo que pasó en el Golfo San Matías. Hubo sobrepesca, exploración sísmica y nos quedamos sin recursos. Tocamos fondo y los que más perdieron fueron los trabajadores. Se cerraron plantas, se fueron empresas, y muchas lo hicieron sin pagar indemnizaciones ni sueldos adeudados. Eso es lo más triste”, afirmó.
Además, remarcó la falta de embarcaciones que permitan capturar la cuota social de pesca, actualmente estimada en 6.000 toneladas de merluza y 3.500 de langostino. “No tenemos buques, no tenemos plantas, y todavía no capturamos esa cuota tan importante. Se necesita un plan de manejo pesquero urgente”, insistió.
Ortiz también cuestionó a ciertos empresarios locales: “Hay que analizar bien antes de apostar, porque después los que terminan perdiendo son los obreros. Ya lo vivimos”. Y advirtió sobre una posible reorientación del sistema hacia cooperativas: “Lo intentaron varias veces. Sabemos que si no trabajan, no comen, y no hay garantías”.
Respecto a la coyuntura, insistió en que la provincia debe asumir un rol más activo. “Tiene con qué ayudarnos, por ejemplo con los fondos de regalías petroleras. Se hizo un desastre en el golfo y hoy los trabajadores no pueden cobrar sus indemnizaciones. La provincia debería ser más solidaria y asistir a quienes quedaron sin nada”, declaró.
Finalmente, Ortiz destacó la situación en Piedra del Águila, donde se procesan truchas, como un proyecto alentador. Sin embargo, advirtió que también allí enfrentan la amenaza de que el producto se traslade sin procesar a Mar del Plata, en detrimento del empleo local.
“Necesitamos generar mano de obra genuina. Ojalá que quienes tienen la responsabilidad estén iluminados y podamos salir de esta coyuntura. Lo más urgente es una nueva fuente de trabajo para nuestros compañeros”, concluyó.