Spósito apoyó el manifiesto entregado por la UTEP a Alberto Fernández

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El presidente Alberto Fernández recibió de manos del principal referente de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular, Esteban ‘Gringo’ Castro el “Manifiesto Nacional por la Soberanía, el Trabajo y la Producción”, avalado por 103 organizaciones sociales y sindicales, que, además de su declaración de principios, incluye un verdadero plan de acción frente a la crisis estructural que vive el país, agravada por el parate económico y productivo al que obligó la pandemia.

En el mismo sentido, desde Río Negro, la diputada nacional y militante del Movimiento Evita, Ayelén Spósito, sostuvo que “para salir de la crisis post pandemia necesitamos dos ejes fundamentales: trabajo para todes y tierras productivas, estando en total acuerdo con el planteo realizado por parte de UTEP al presidente de la Nación”.

“Hoy nos encontramos con una gran pandemia, que no solo agudiza a ciertos sectores que ya sufrían problemas, sino que además termina de destruir a un gran sector de los y las argentinas. En consecuencia, son estos sectores los que demuestran la necesidad y ganas de querer trabajar, de producir para mejorar el país poniendo en funcionamiento el consumo interno que permita llegar a todos y todas”, manifestó Spósito.

También planteó que “en Argentina no puede existir pobreza, es totalmente bochornoso sabiendo que contamos con los recursos, lo que uno se imagine para poder producir, una amplia franja que comprende de desde el trabajo de la tierra hasta la industrialización de máquinas, etc. Para esto, necesitamos que el estado brinde la posibilidad de llevar adelante un plan de producción y trabajo, que sea acompañado de una idea de país federal, inclusiva, con todos los sectores, hasta el productor más chico o aquel que sale a trabajar día a día”.

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La diputada afirmó que “en esto es imprescindible hacer hincapié, debemos poder descentralizar y hacer un recorrido profundo sobre cada economía regional, insisto es inaceptable que en argentina tengamos niños que pasen hambre y que esos padres y madres no tengan trabajo. Llego el momento y la hora de que pensemos, trabajemos para ser realmente federales, para que cada une pueda tener un trabajo y para crecer en un país libre y soberano”.

El documento que recibió el jefe de Estado contempla ocho capítulos de “medidas de acción” y comienza con una dura crítica al menemismo, el gobierno de la Alianza y la “fatídica etapa de Cambiemos” que, al entender de los movimientos sociales, generaron una “agenda de dependencia económica y pobreza extrema impuesta por la globalización financiera en nuestro país”.

Al entender de la UTEP, todas estas variables se profundizaron con la pandemia y plantean los siguientes ejes de las “políticas soberanas” para salir de la crisis:

1-Soberanía Alimentaria. Allí se impulsa una “independencia en la producción, transporte y comercialización de alimentos de las cadenas globales de especulación financiera”. Y se propone para ello impulsar la creación de un millón de chacras mixtas combinadas con la industrialización del campo; “reemplazar al capital concentrado extranjero preponderante en los supermercados, por capital público que garantice el abastecimiento justo” y declarar de interés y utilidad pública aquellos sectores económicos que resulten centrales para enfrentar la crisis alimentaria. En este aspecto, el documento de la UTEP plantea “la necesidad de una empresa estatal con capacidad reguladora de los precios internos”.

2-Soberanía Monetaria y Financiera. En este punto el texto propone recuperar capacidad de emisión propia de dinero estatal; definir nacionalmente el destino del crédito interno y declarar al sistema bancario como servicio público. Así se propone impulsar un plan de financiamiento compulsivo donde los bancos tienen que garantizar que se reprogramarán todas las deudas que no puedan pagarse. Y se activen líneas de crédito para garantizar el pago de salarios y el crédito para el capital de trabajo. La UTEP plantea una intervención “más agresiva” del BCRA y “si es necesario intervenir la banca privada” para que opere por cuenta y orden del Banco Central y cumpla con las regulaciones de la Autoridad Pública. En este punto Castro le propuso al Presidente crear un fondo para promoción de la economía popular a través de créditos y subsidios o un Banco Federal de Desarrollo que impulse el crecimiento en los sectores estratégicos.

3-Soberanía Fiscal. El documento plantea liberar por 5 años al Estado de cualquier compromiso relacionado con una deuda externa y establecer un “Impuesto Solidario” como mecanismo para que el 5% más rico del país contribuya a atender la situación de pobreza estructural junto con una reforma tributaria integral progresiva, incrementando los gravámenes sobre los sectores de mayores ingresos.

4-Soberanía Productiva. En este capítulo del documento se impulsa una estrategia de sustitución y control estricto de importaciones para que sólo se compren en el exterior insumos insustituibles para el desarrollo de la industria nacional y para consumos esenciales. Y pide prohibir la remisión de utilidades al exterior por parte del capital extranjero durante 5 años para revertir la crisis económica

5- Soberanía Energética. Desde los movimientos sociales, se planteó recuperar el control sobre YPF y atender a que el proceso de distribución energética sea un sistema centralizado a la vez que propone “la estatización de las empresas de servicios públicos”.

6-Soberanía Marítima. En este aspecto el texto entregado al Presidente propone reconstruir la flota mercante de bandera nacional y nacionalizar los puertos para permitir al Estado promover las exportaciones de las pequeñas y medianas empresas y controlar mejor las importaciones.

7-Piso de Ingresos Garantizado. Se trata de instrumentar la universalización de un “Salario social de Empleo y Formación” para todos los jefes y jefas de hogar desocupados; ampliar la Asignación Universal por Hijo (AUH) para unos 4 millones de niños y niñas que no estarían alcanzados hoy por esta cobertura y fijar una jubilación universal para la población adulta mayor equivalente al 82% del salario social.

8-Acceso a la Vivienda. Poner en marcha un plan de construcción de un millón de viviendas populares en un año los movimientos sociales nucleados en la UTEP proponen impulsar una nueva Ley de Alquileres que tenga registro de contratos, plazo mínimo legal de 7 años, y recuperación de un índice estatal de ajuste de precios. Al mismo tiempo, en este capítulo se planteó la necesidad de dar con un “reordenamiento del territorio nacional con nuevas ciudades creadas alrededor de nuevas unidades productivas” para descongestionar a las grandes urbes y crear 200.000 lotes con servicios para las jóvenes familias humildes. Esto se daría con terrenos estatales que se encuentran en desuso en la actualidad.

Además de Castro, entre los firmantes del documento aparecen Hugo “Cachorro” Godoy, (Asociación de Trabajadores del Estado); Ricardo Peidro (CTA Autónoma); Walter Correa (Corriente Federal de Trabajadores); Gringo Amicheti, (Federación Gráfica Bonaerense); Juan Carlos Smith (FEMPINRA); Gisela Bustos (MNER); Juan Carlos Alderete (CCC); Eleonora Pedot (Vía Campesina); Gervasio Muñoz (Federación Nacional De Inquilinos), Damián Regalini (Consejo Productivo Nacional) y firman como adherentes 103 movimientos sociales de todo el país.

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