Editorial: renunciamiento





Una semana con muchas novedades, finalizó en nuestra zona sanantoniense. Una de ellas es el renunciamiento de Claudio Palomequez, al gobierno municipal. Provocando un problema para el intendente, justo cuando se avizora la temporada. Al menos, el ex concejal, hubiera continuado el acompañamiento hasta marzo del próximo año, cuando languidece el verano y ya no hay sobresaltos por la época estival que se avecina.

El pasaje inerte de Palomequez por la secretaría de turismo es igual a otros funcionarios en esta gestión de Ojeda, y se nota.

El actual intendente hubiera renovado el plantel municipal, al inicio de su gobierno, despegarse de algunos enquistados de los últimos ocho años, ajustar la planta política y darle mayor funcionalidad a otras áreas.

Si Ojeda iniciaba su gobierno con nuevo plantel, hasta la oposición lo hubiera dejado más tranquilo, al menos por un año.

La salida de Palomequez es la tercera defección en cinco meses, después de Dangelo y Agustín Sánchez.

El ex delegado portuario logró evitar la inminente interpelación. Lo acumulado por la oposición, tenían en carpeta, distintos argumentos para que responda, sobre supuestas avenencias a su favor, mientras era funcionario.

Por otro lado colmó al poblador y a los empresarios de SAE, la permisividad que gozaba Sánchez con respecto a su empresa: salía a navegar, cuando la gente solicitaba su presencia.

Ojeda, cuando se enteró que ingresaba el pedido de interpelación, decidió nombrar a una persona radicada en la localidad. Sorprendió a los portuarios la designación de Liliana Del Río, ya que su esposo era uno de los manifestantes en contra de Sánchez.

Asimismo, se sabe que, la salida de otros funcionarios, podría darse en las próximas semanas. Hubo renuncias no aceptadas.

El intendente en estas horas analiza cada punto de las crisis que se presentaron en los últimos días. El problema es que todo lo debe resolver en soledad.

Ojeda «se va despegando» de las acciones de varios funcionarios en los medios de comunicación, es lógico, algunos de ellos decían que lo iban acompañar en la gestión «hasta las últimas consecuencias», y van dejando al intendente solo. Como dice el dicho «con amigos así…».

Carga

Alberto Molina se había apropiado de la cooperativa «Estibadores del Sur», con la conformidad del gobierno municipal, manejaba el dinero a su antojo, no pagaba el canon (tampoco se lo exigían) se manejaba como dueño y no como asociado cooperativista.

Cuando un grupo enfrentó esa situación, Molina por decisión individual «los echó» y terminó en un problema enorme para el municipio: con protestas y quema de cubiertas. Molina quiso resolver de la peor manera, intentó matar a balazos algunos de ellos y terminó preso.

Hoy, los estibadores, siguen esperando. Había muchas situaciones, una de ellas era este problema, que al inicio de su gestión, Ojeda debió resolver de cuajo.

La quema de cubiertas y la protesta eran un llamado de atención, pero se dejó pasar el tiempo; con promesas que antes del 30 de septiembre se llamaba a licitación. Nada de eso ocurre.

Los obreros cansados insultaron y amenazaron a los funcionarios y concejales. Es inminente una crisis social en ese sector; hace tres meses están parados.

Sin filetear

El otro trance a resolver, pero en este caso incumbe a provincia, es el problema de la terminal pesquera artesanal. Varios fileteros están sin trabajar, por intereses de conflictos, que la subsecretaria de pesca en conjunto con la dirección local, no terminan de resolver. Estos funcionarios de pesca, dejan pasar el tiempo para «que se cansen». Lo que no saben, es que el hambre «no se cansa y no espera», la gente necesita su sustento diario.

Existe una ley, estaba vigente para la terminal pesquera, hasta que, por medio de resoluciones la «ningunearon», para que se procese pescados de barcos industriales. De un día para otro dejaron sin efecto esas resoluciones y se produjo un «desmadre».

Ahora quieren hacer respetar la ley, después que «la saltearon» e iniciaron un conflicto que tiene en ciernes un problema social.

Cuando el crecimiento y la evolución económica de la pesca se inició hace un tiempo en San Antonio Oeste, los funcionarios provinciales no estuvieron a la altura de solventar los problemas, siguieron con «parches y enmiendas». No supieron ver los desafíos que se presentaban y los paradigmas que se iniciaban.

Hoy se encuentran con un sector y factor económico que el gobierno de Weretilneck debe remediar. Pero, existen solamente resoluciones de conflictos que salvan lo inmediato; pero sin sostenimiento a futuro.

El municipio, órgano difusor de privados

La semana pasada, este medio realizó una búsqueda por Internet, envió mails a complejos y hoteles grutenses (difundiremos la semana próxima) dónde demostramos que los precios, no serán los mismos que esta última temporada, como mencionaban días atrás, de forma rimbombante, desde la secretaría de turismo municipal en conjunto con la Asociación Civil de Propietarios de Alojamientos para fines Turísticos.

Pero los pocos asociados extrahoteleros, emitieron un comunicado mencionando que era mentira la publicación. Lo hicieron a través de la dirección de prensa municipal, utilizando un sistema público, para comunicar cuestiones privadas, de una asociación civil que no tiene nada que ver con la municipalidad ¿o sí?, será cuestión de averiguarlo.

Asimismo, en el parte de prensa indican que, por factores económicos mantendrán el precio del año anterior. A saber: Argentina y nuestra zona vivió la inflación récord, la más alta del mundo, casi un 40% superior respecto al 2015, por deducción, ante lo expuesto, los alojamientos en la temporada anterior ¿estaban cobrando un 80% más caro?, porque la siguiente pregunta es ¿como pueden sostener semejante aumento inflacionario y de tarifas ocurrido en los últimos meses… con el mismo precio?. Además deben pagar las habilitaciones, seguridad e higiene, tasas municipales con incremento, entre otras.

O bien, quizás habrá que creerles el altruismo que hacen con un esfuerzo denodado «de perder dinero» en pos del destino o como dicen las abuelas «acá hay gato encerrado».

Sabio el proverbio «Cuando la limosna es grande… hasta el santo desconfía».

Carlos Aguilar @caa174

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